Dejar de comer azúcar

Varias ideas clave para mantener lejos los alimentos azucarados y comer sano cada día.

El hábito de comer alimentos altamente azucarados es uno de los principales problemas de salud de los países occidentales. No solo se asocia a la obesidad; además, la ingesta de grandes cantidades de azúcar puede llevar tanto a problemas de salud como a dinámicas de comportamiento totalmente perjudiciales para la persona.

En este artículo veremos algunos consejos acerca de cómo dejar de comer azúcar, y varias recomendaciones acerca del modo en el que conviene empezar.

¿Cómo dejar de comer azúcar?

En las siguientes líneas encontrarás ideas clave para hacer que el hábito de comer azúcar no se te vaya de las manos y establecer un estilo de vida en el que apenas consumas ese ingrediente. Sin embargo, debes saber que en algunos casos esta costumbre está tan arraigada que es imprescindible acudir a un profesional de la psicología que ofrezca una atención personalizada.

1. Empieza con una limpieza de cocina

No se trata de una limpieza literal, sino de ir a la cocina y tirar a la basura todos los alimentos con un alto contenido de azúcar: cereales procesados, bollería, lácteos de sabores de fruta o chocolateados, chucherías y caramelos…

Es importante hacer esto como una tarea que se justifica a sí misma, no como algo complementario que vayamos a hacer cuando toca ir a la cocina y pensar qué comer. De esta manera evitaremos en la medida de lo posible ceder ante las excusas que nos podamos plantear para no hacer esto, del tipo “ahora no tengo tiempo de tirarlo todo” o “si tiro esto ahora no tendré nada para comer”.

2. Evita entrar en tiendas de comida basura

Este consejo para dejar de comer tanto azúcar es sencillo y complicado a la vez: no entres a los locales basados en ofrecer comida muy procesada y azucarada. Al principio te puede resultar duro, pero a medio y largo plazo te evitará muchos problemas y preocupaciones.

3. Si no tienes costumbre de cocinar, compra alimentos más sanos

A la larga, para tener una vida sana en la que el azúcar tenga menos presencia te tocará cocinar buena parte de lo que comes, si no la mayoría de las veces. Sin embargo, si no tienes nada de experiencia en esto, procura comprar comida hecha que sea lo más casera posible, como la que hay en algunos servicios de cáterin.

4. Aprende a cocinar

Este paso es muy importante, por dos motivos.

Por un lado, este hábito te obligará a comer alimentos mucho más naturales, a hacer que estos constituyan la base de tu dieta. Por el otro, de esta manera vincularás el hecho de comer con un momento del día que merece su tiempo y al que debemos poner atención, lo cual es lo opuesto al concepto de snack que tantas veces nos hace caer en productos llenos de azúcar refinado.

Este es uno de los consejos sobre cómo dejar de comer azúcar que resultan más difíciles porque requiere esfuerzo, y para ello es casi obligatorio que planees horarios del día a día en los que reserves aproximadamente una hora al día a aprender a cocinar recetas sencillas que a la larga apenas requerirán tu atención.

5. Recuerda los diferentes nombres del azúcar

Cuando estés empezando a adoptar medidas para dejar de comer tanto azúcar, no te preocupes por comer muy sano; la prioridad es en todo caso dejar de consumir comida basura.

Por eso, no te obsesiones intentando aprenderte de memoria todos los tecnicismos utilizados en la industria de la alimentación. Tan solo recuerda las siguientes palabras, pues son todos los nombres del azúcar que son utilizados para camuflar la presencia de este ingrediente en las etiquetas de composición de la comida:

  • Sacarosa.
  • Glucosa.
  • Fructosa.
  • Melaza.
  • Miel (sí, la miel es básicamente azúcar).
  • Azúcar moreno.

6. Trabaja lejos de los snacks

Si trabajas en un lugar en el que hay varias personas y puedes elegir dónde ubicarte, procura permanecer la mayor parte del tiempo lejos de los lugares en los que se coloquen productos azucarados a los que se te permita tener acceso: máquinas de refrescos o de chocolatinas, fuentes con caramelos, etc.

7. Piensa en el efecto rebote

No te contentes por estar muchas horas del día sin comer productos con azúcar. Piensa que en situaciones así somos propensos a sobrecompensar, dándonos atracones de comida dulce cuyos niveles de glucosa sobrepasan lo que habríamos ingerido si hubiéramos seguido nuestros hábitos de siempre.

Por eso, a pesar de que muy ocasionalmente (una vez a la semana) es posible comer algún producto azucarado a modo de “descanso”, en esos momentos debes poner mucha atención en lo que haces y no ceder a la tentación de seguir saboreando esa clase de bocados. Si te es muy complicado, quizás de compense más abstenerte al 100% de comer alimentos azucarados durante varias semanas seguidas.

Este es otro de los consejos sobre cómo dejar de comer azúcar más complejos de seguir, ya que nos exige compromiso con lo que estamos haciendo.

8. Come fruta cada día

Si consigues hacer que la fruta pase a constituir tu fuente de azúcar habitual, tendrás mucho ganado. Esto es así porque estos alimentos sacian mucho más que una chocolatina o snack promedio, pero en la mayoría de los casos tienen mucho menos azúcar, y además este es no procesado (menos perjudicial).

Una o dios piezas de fruta al día son suficientes, y si te acostumbras a comerlas como premio, seguir con ese sano hábito será muy fácil.

Fuente: psicologiaymente.com

¿Obligar a comer a los niños?

Te explicamos por qué no debes obligar a tu hijo a comer todo lo que pones en su plato

Las necesidades nutricionales de cada individuo, sea de la edad que sea, son diferentes, y por tanto su ingesta debe serlo también. Estas ingestas no pueden establecerse por edades ni por género, ya que, aunque las necesidades basales podrían considerarse relativamente similares – siempre que el peso y la altura lo fueran -, los niños no son todos igual de activos, por lo que no deben comer lo mismo.

Cada niño es un mundo, es único en su forma de comer, en su apetito, en sus necesidades nutricionales. Según el estudio ‘Just three more bites‘ (Sólo tres bocados más), realizado en la Universidad de California, 85 por ciento de los padres o cuidadores obliga a comer a sus hijos todo está en su plato, aunque ellos no quieran más. Por ello, no compares lo que come tu hijo con lo que comen sus amigos. Solo él sabrá la cantidad de comida que necesita.

Motivos para no obligar a comer a los niños

Por qué no debemos obligar a comer a los niños

Partiendo de esta base, es muy difícil determinar cuánto debe comer nuestro pequeño, pero lo que sí es mucho más evidente es que nunca, bajo ningún concepto, hay que obligar a comer a los niños.

1- Obligar a un niño a terminarse la comida que se pone en su plato, es obligarle a comer más de lo que necesita. Puede darse el caso de que sea una comida que el niño come gustoso, y acceda de buen grado, aun sin ganas, a terminarse el plato, dándonos la sensación de que si quería comer y si tenía hambre, cuando en realidad no es así. Es conveniente escucharles y respetar sus decisiones.

2- Mediante esta actuación estamos consiguiendo hacer de la hora de la comida una pequeña tortura diaria, así el niño cada vez llegará con menos ganas y nosotros con menos paciencia, afectando a la relación padre-hijo.

3- Hacer del acto de comer un momento desagradable afecta a las connotaciones sociales del propio acto, pudiendo afectar a la manera de relacionarse y de socializar del pequeño.

4- Teniendo en cuenta que los hábitos alimentarios se establecen durante la infancia, obligar a un niño a terminarse la comida del plato está estableciendo unos hábitos inadecuados. Estamos haciendo al niño ignorar sus instintos e incitándole a establecer una rutina muy poco saludable, terminarse el plato, que puede ser el primer paso hacia la obesidad.

De hecho, los estudios más recientes establecen que el sobrepeso se empieza a labrar en la infancia, y cada vez más niños lo sufren, siendo este, junto con el sedentarismo, uno de los principales motivos, aunque no el único.

5- Obligando a comer al niño estamos dándole a entender que es normal que sea otra persona la que toma decisiones sobre su cuerpo, enseñándoles que no son ellos los que tienen el control y que es aceptable que un adulto tome decisiones por ellos.

Estamos limitando su autonomía, lo cual les frena a la hora de tomar decisiones, en este caso sobre su alimentación, encubriendo y reprimiendo las señales de saciedad de su propio cuerpo, de nuevo favoreciendo el sobrepeso y allanando el camino hacia la obesidad.

Lo mejor que podemos hacer es observar a nuestros hijos, ofrecerles porciones adecuadas según lo que observemos, y respetar que sus necesidades pueden variar de un día a otro. Si la oferta de alimentos es saludable, con alimentos de alta densidad nutricional, nuestros hijos sabrán cuánto comer para cubrir sus necesidades.

Fuente: Guiainfantil.com.

Alimentos para niños

Alimentos que no pueden faltar en la alimentación de los niños para que crezcan adecuadamente

La alimentación es básica para ayudar al cuerpo a crecer y a desarrollarse. La altura que tendrá el niño viene determinada en gran medida por la genética, sin embargo, unos malos hábitos o un déficit de alimentación pueden incidir en que el niño no alcance la altura adecuada.

10 Alimentos que ayudan a los niños a crecer

Alimentos que ayudan a crecer

Si deseamos que el niño crezca correctamente debemos seleccionar cuidadosamente los alimentos que toma. Hay, por lo tanto, alimentos que ayudan a crecer y te vamos a descubrir cuáles son.

1. Lácteos
Son claves para el desarrollo de los huesos ya que las proteínas que contiene son un macronutriente esencial para su formación. 

2. Carnes
Las proteínas que contienen son fundamentales para el desarrollo del niño. Sobre todo las carnes rojas, ayudan a formar tejido nuevo y estimulan la hormona del crecimiento.

3. Cereales
Proporcionan energía y ayudan a las proteínas para que realicen su función de forma correcta.

4. Frutas
De la misma manera que los cereales, son el combustible del cuerpo y ayudan a proporcionar la energía necesaria a los niños.

5. Aceite de oliva
Ya sea en ensalada o para cocinar, debemos introducirlo en la dieta del niño ya que contiene grasas saludables, las monoinsaturadas y ricas en omega 3 que ayudan a su crecimiento.

6. Pescado
Sobre todo los azules, también ricos en ácidos omega 3, que no puede fabricarlos el cuerpo y son necesarios durante la etapa de desarrollo del niño.

7. Agua
Es básica para vivir, y el organismo la necesita para, entre otras cosas, abastecer a los músculos cuando aumentan de tamaño.

8. Verduras
Ayudan al correcto crecimiento de los niños ya que aportan vitaminas y minerales.

9. Legumbres
Aportan, además de vitaminas y minerales, hierro. El hierro estimula la resistencia física, la inmunidad del cuerpo y evita la anemia.

10. Frutos secos
Son una estupenda fuente de energía para el cuerpo y además tienen propiedades antioxidantes.

Fuente: Guiainfantil.com.