1. Lago de Sanabria, Zamora
Gélido. Misterioso. Silencioso. Así se disfruta este invierno de uno de los pocos lagos glaciares que aún perduran en Europa, ubicado en el extremo noroccidental de la provincia de Zamora.
2. Huellas del Oso en la Montaña Palentina
Es uno de los pocos lugares de Europa donde aún habita el Oso Pardo de forma salvaje. La montaña palentina nevada es espectacular pero más lo es aún vislumbrar entre la nieve la huella de este entrañable animal.
3. Valle de Valdeón, León
En el corazón de los Picos de Europa, el Valle de Valdeón ofrece amaneceres tan espectaculares como éste. Impresionante ¿verdad?
4. Los piornos de Gredos nevados, Ávila
En la Sierra de Gredos Norte se divisan espectaculares paisajes nevados. Alrededor del Circo de Ávila, que se mantiene helado durante todo el invierno, pueden verse los piornos totalmente cubiertos de nieve. Después, al llegar la primavera y el deshielo, estos piornos vestirán la sierra con sus llamativas flores amarillas. Son los piornos en flor, pero de eso ya os hablamos otro día…
5. Cabana Braña en “Las Murias”, León
En el Bierzo más recóndito, junto a las montañas cántabras encontramos esta cabaña de pizarra negra tan bonita y pintoresca como una postal de Navidad.
6. Invierno en el Alto Curueño, Lugueros (León)
El Alto Curueño, una pequeña población de la montaña leonesa donde se dan estampas tan bucólicas como ésta. El puente que asoma entre la nieve es de origen romano.
7. Ermita de San Saturio, Soria
Esta ermita tiene algo de mágico en cualquier época del año, pero subir hasta allí en invierno, viendo la orilla del río Duero completamente nevada es una auténtica maravilla.
8. Espacio Natural de Candelario, Salamanca
En un día soleado, aunque esté nevado, se puede disfrutar de este impresionante paisaje en el Espacio Natural de Candelario en Salamanca.
9. Catedral de Burgos Nevada
Si por algo es famoso Burgos es por su Catedral, su gastronomía y por supuesto, el frío. Son muchas las nevadas que cubren Burgos durante el invierno (dicen que más antes que ahora), ofreciendo estampas de ensueño como ésta a todo aquel que hasta allí se acerca.
10. Los viñedos de la Ribera del Duero también nevados, Burgos.
Aunque los viñedos alcanzan su máximo esplendor a finales de verano cuando las uvas están listas para la vendimia, cualquier apasionado del vino sabrá apreciar la belleza que estas cepas retorcidas y “aún dormidas” presentan durante el invierno.
Fuente: destinocastillayleon.es