Fortalecer el sistema inmune infantil

Las seis principales causas del sistema inmune débil en los más pequeños de la casa

Descansar, hacer ejercicio de manera regular, lavarse las manos, mantener una buena higiene bucal o no compartir alimentos y utensilios con otras personas son claves para tener un sistema inmune fuerte. La alimentación también juega un papel importante.

¿Quieres saber qué deben comer los niños para fortalecer el sistema inmune?

Qué es el sistema inmune de los niños

alimentos para el sistema imnune de los niños

El sistema inmune o de defensa, como su nombre lo dice, es el que defiende nuestro cuerpo de cualquier agresión externa o interna de microorganismos e involucra a muchos tipos de células, órganos, tejidos y proteínas y que hay dos tipo de inmunidad, la innata y la adquirida.

La inmunidad innata es con la que nacemos, o sea, congénita, natural y proporciona una defensa inmediata a cualquier microorganismo que pueda invadir nuestro cuerpo. Se lleva a cabo por células como los glóbulos blancos (neutrófilos, basófilos, eosinòfilos, monocitos, células NK), cada uno con una función distinta. También participan en este tipo de inmunidad los mastocitos, el sistema de completo y las citosinas.

El problema de este tipo de inmunidad a diferencia de la inmunidad adquirida es que no tiene memoria de los agentes extraños que agreden el organismo, por lo tanto no hay una protección constante ante futuras agresiones.

La inmunidad adquirida es la otra forma de defensa de nuestro organismo, pero no se nace con ella. Es aprendida y se lleva a cabo por los glóbulos blancos (leucocitos: linfocitos B y T), que se enfrentan al organismo extraño (antígeno) y desarrollan una memoria contra él, para posteriores agresiones, o sea, siempre que ataque lo va a reconocer.

En esta inmunidad innata estarían comprendidas las vacunas, que son organismos (virus o bacterias) vivos atenuados, que provocan una respuesta en nuestro sistema de defensa de reconocimiento, memoria y ataque; también la administración del calostro de la leche humana desde el nacimiento, ya que contiene millones de anticuerpos transmitidos de la madre al recién nacido.

Por qué puede debilitarse el sistema de defensa

el sistema inmune de los niños

Cuando un niño tienen lo que llaman ‘bajas defensas’ estará muy vulnerable a padecer patologías desde leves hasta severas y se pueden expresar clínicamente por cansancio o debilidad, palidez cutáneo-mucosa, infecciones respiratorias, neurológicas, gástricas…

También pueden darse alteraciones hematológicas importantes, por eso es necesario un control pediátrico constante, donde el especialista pueda diagnosticar un sistema inmunológico deprimido y tomar medidas correctivas en cuanto al mismo. Las causas de un sistema inmunitario débil puede ser por múltiples causas, entre ellas tenemos:

1. No recibir lactancia materna o muy poco tiempo

2. Procesos infecciosos, virales o bacterianos frecuentes o muy severos o enfermedades graves tipo cáncer o linfomas

3. Factores ambientales: cambios de estación, frío, humedad, exposición a rayos solares

4. Situaciones de estrés

5. Tratamientos inmunosupresores o antibioticoteràpicos

6. Alimentación deficiente o inadecuada

Alimentación para reforzar el sistema inmunológico infantil

qué comer para el sistema inmune

Una alimentación adecuada es fundamental para reforzar y mantener el sistema de defensa de nuestro organismo. Para ello existen nutrientes como hierro, zinc, acido fólico, selenio, cobre, vitamina A, C y D, B12 y B6 contenida en los alimentos; así como proteínas animales o vegetales, aminoácidos, grasas como la Omega-3 y fibras, sobretodo liposolubles y antioxidantes como polifenoles y betacarotenos, que deben conformar una dieta equilibrada.

También es importante llevar una buena hidratación, hacer ejercicio y tener un descanso adecuado. Todo esto hará que se pueda lograr mantener un organismo sano y con un sistema inmunológico bien reforzado y atento a defenderlo cuando sea necesario. Entre los alimentos tenemos:

– Proteínas animales
Pechuga de pavo, pechuga de pollo, salmón, langostinos, pescados blancos, bacalao, o huevo.

– Proteínas vegetales
Semillas de soja, lentejas, cereales como avena, almendras y pistachos y patatas.

– Vegetales, hortalizas y legumbres
Pimentón rojo, ajo, brócoli, coliflor, zanahoria, remolacha y espinaca (preferiblemente después de los 12 meses), guisantes, tomates, guisantes y batatas.

– Frutas de todo tipo
Fresa, kiwi, guayaba, limón, tomate de árbol, piña, aguacate, banano, papaya, etc.

Fuente: guiainfantil.com