Los frutos rojos en tu dieta

Seguro que tienes manzanas, plátanos, naranjas y un montón de frutas más incorporadas a tu dieta pero ¿tienes moras, grosellas, frambuesas o arándanos en el frigo? Si no es así, es hora de que lo hagas, porque los frutos rojos son un tesoro de vitaminas y propiedades.

También llamados frutos del bosque, son, principalmente, bayas, y destacan por su color intenso en su piel o en su interior. Cuanto más intenso sea el color, mayor será su valor nutricional. Los árandanos, frambuesas, fresas, fresones, cerezas, madroños, grosellas, ciruelas rojas y moras son las principales variedades. Aunque no son frutas que estén tan presentes en la cesta de la compra como las manzanas o los plátanos, en el último año las cajitas de frambuesas o arándanos se han convertido en habituales de los supermercados durante todo el año, a pesar de su precio.

Son ideales para tomar con yogur, con cereales en el desayuno, en ensaladas, batidos y postres, pero también en salsas para acompañar a los platos de carne.

Los siete beneficios de los frutos rojos

  • Propiedades antioxidantes. Los flavonoides, compuestos bioactivos presentes en los frutos rojos y que intervienen en las propiedades sensoriales de estas frutas, tienen una alta concentración de antioxidantes, muy beneficiosos para el organismo.
  • Cuidan de la piel. Los frutos rojos, al poseer gran cantidad de antioxidantes, combaten los radicales libres responsables de la degeneración celular y, por tanto, el envejecimiento de la piel.
  • Cuidan del corazón. Estos frutos son muy buenos para el corazón, ya que contienen altas cantidades de polifenoles, flavonoides y antocianinas. Diversos estudios han atribuido a estos componentes propiedades preventivas en la salud cardíaca y coronaria.
  • Gran cantidad de vitaminas. Los frutos rojos son una gran fuente de vitaminas. Por ejemplo, las fresas son ricas en vitamina C y B, los arándanos en C, y las moras en C y E, además de estar repletas de diferentes minerales como el potasio, el calcio, el hierro o el fósforo.
  • Algunos de ellos, como los arándanos, se utilizan como tratamiento para diferentes enfermedades urinarias y, además, sus propiedades antioxidantes los hacen protectores de las capacidades cognitivas y de la vista.
  • Otros, como las moras, ayudan a reducir el colesterol ‘malo’ (cuando las lipoproteínas de baja densidad transportan el colesterol desde el hígado a todas las células del cuerpo, y si está en exceso, puede provocar que este se acumule en las paredes de las arterias) y a aumentar el ‘bueno’ (cuando las lipoproteínas de alta densidad transportan el colesterol de las arterias hasta el hígado para ser eliminado). Además, mejoran la circulación sanguínea.
  • Las fresas poseen un bajo índice glucémico, por lo que las dietas de enfermos de diabetes las aceptan bien. Además, las fresas aportan una gran cantidad de agua al organismo, por lo que ayudan a eliminar los líquidos. También colaboran en la regulación del azúcar en sangre.

 

Fuente: elmundo.es