No al gel desinfectante casero

Por qué no deberías hacer tu propio gel desinfectante de manos

Los expertos advierten de la ineficacia y los peligros que puede entrañar hacer un gel hidroalcohólico en casa. El lavado de manos con agua y jabón sí protege frente al nuevo coronavirus.

El miedo al contagio por el nuevo coronavirus ha llevado a la población a adquirir de manera desaforada gel desinfectante de manos. Como consecuencia de esto, las farmacias y supermercados se han quedado sin stock y las tiendas que aún lo tienen, lo venden a precio de oro (véase Amazon).

Este escenario de miedo, desabastecimiento y precios altos hacen el caldo de cultivo perfecto para que en Internet y por WhatsApp hayan empezado a circular recetas que te dicen cómo hacer gel desinfectante. En Youtube hay vídeos en los que, con alcohol etílico (el de las heridas que todos tenemos en casa) y gel de aloe vera fabrican supuestos geles hidroalcohólicos. Más fácil y barato imposible. ¿No?

Pues rotundamente no y es que, salvo los que saben formular, como químicos y farmacéuticos, el resto de los mortales ni tenemos en nuestros hogares las materias primas, ni los instrumentos de medición necesarios ni, muy importante, conocimientos de formulación para fabricar un gel hidroalcohólico.

Como anticipo de lo que viene a continuación, os desvelamos que los geles desinfectantes caseros no protegen contra el coronavirus. Es más, pueden acarrear problemas. Mucho mejor seguir la sencilla, pero no por ello ineficaz, medida recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que consiste en lavarse las manos correctamente con agua y… ¡jabón! Sí, con el jabón de toda la vida y de eso sí que tenemos en casa.

Sobre hacer gel desinfectante de manos con el alcohol que tenemos en el botiquín de casa, Esther Gallardo Pérez, doctora en Ciencias Químicas e investigadora en el Hospital Doce de Octubre de Madrid, nos cuenta lo siguiente: “El etanol es un desinfectante y se utiliza para quitar bacterias y lo que nosotros queremos quitar no son bacterias sino un virus, con lo cual no es eficaz. Los geles que venden en las farmacias son soluciones hidroalcohólicas. Llevan alcohol por encima de un 60% y agua, pero no solo llevan eso. Llevan una serie de biocidas y fungicidas a los que no tenemos acceso las personas de a pie”.

Además de que en casa no disponemos de las sustancias necesarias para hacer un gel hidroalcohólico, tampoco tenemos los útiles de medir y pesar que se emplean en los laboratorios y que arrojan datos precisos. Tal y como apunta Gallardo Pérez, en química las mediciones son exactas y no valen las medidas tipo una cucharada o una taza que son las que emplearíamos para hacer un bizcocho o una paella. No es comparable seguir una receta de cocina que una para hacer un gel desinfectante. “En casa puedes medir con medidores para hacer recetas de cocina pero eso es absolutamente impreciso y, además, hay cosas que a veces tienen que ir en una cantidad clavada porque, incluso, puede ser peligroso si pones de más o de menos. Esos instrumentos no lo tienes en una casa, sino en un laboratorio”.

Deborah García Bello, química y divulgadora científica dice claramente en su cuenta de Instagram: “No compartáis recetas caseras para fabricar geles desinfectantes. Es peligroso jugar a ser formulador. Ni siquiera la OMS, porque está dirigida a farmacéuticos, no es para que lo haga cualquiera sin formación ni medios. Responsabilidad, por favor. Y aprovecho para recordar que lavarse bien las manos con agua y jabón es más efectivo que cualquier hidrogel. Los geles son un complemento”.

García Bello hace referencia a una receta que compartió la OMS y que, tal y como nos indica la farmacéutica Gemma del Caño: “Es para profesionales y tiene cosas como alcohol isopropílico, glicerina… que no tenemos en casa. ¿Y qué cantidad tienes que usar de alcohol isopropílico, qué cantidad tienes que usar de glicerina, qué cantidad tienes que usar de alcohol etílico, qué cantidad de peróxido de hidrógeno? Son productos químicos que debemos conocer para manipularlos correctamente y no todo el mundo los conoce como para poder manipularlos”.

La OMS hizo públicas dos recetas. La primera lleva etanol al 96%, peróxido de hidrógeno al 3%, glicerina al 98% y agua destilada estéril o agua fría previamente hervida. La segunda se compone de alcohol isopropílico al 99.8%, peróxido de hidrógeno al 3%, glicerina al 98% y agua destilada estéril o agua fría previamente hervida.

No deberíamos hacer geles hidroalcohólicos en casa porque en nuestras casas no tenemos los medios para demostrar que ese gel hidroalcóhico se han hecho en las condiciones correspondientes, con las proporciones que necesitamos, con la seguridad que se requiere… Es una absoluta imprudencia jugar a ser profesionales de la industria farmacéutica”. La farmacéutica hace referencia a las medidas imprecisas que se dan en las recetas caseras que no garantizan que el mejunje final sea ni efectivo ni seguro.

También hace una reflexión necesaria y es que parece que nos fiemos más del gel desinfectante que del lavado de manos con agua y jabón a la hora de protegernos del contagio. “Nos estamos centrando en los geles hidroalcohólicos cuando nos tendríamos que centrar en el correcto lavado de manos. Si no tenemos gel hidroalcohólico, podemos llevar un bote de jabón y utilizar cualquier lavamanos que encontremos. Sale mucho más barato y es igual de efectivo”.

Hombre lavándose las manos con jabón

El correcto lavado de manos

Las instrucciones para lavarse correctamente las manos publicadas por la OMS son:

–          Mojarse las manos con agua.

–          Depositar en la palma de la mano una cantidad de jabón suficiente para cubrir todas las superficies de las manos.

–          Frotar las palmas de las manos entre sí.

–          Frotar la palma de la mano derecha contra el dorso de la mano izquierda entrelazando los dedos y viceversa.

–          Frotar las palmas de las manos entre sí, con los dedos entrelazados.

–          Frotar el dorso de los dedos de una mano con la palma de la mano opuesta, agarrándose los dedos.

–          Frotar con un movimiento de rotación el pulgar izquierdo, atrapándolo con la palma de mano derecha y viceversa.

–          Frotar la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma de la mano izquierda, haciendo un movimiento de rotación y viceversa.

–          Enjuagar las manos con agua.

–          Secar con una toalla desechable.

–          Usar la toalla para cerrar el grifo.

El proceso de lavado debe durar de 40 a 60 segundos.

Fuente: muyinteresante.es