Personas Inteligentes

Las 7 características de una persona inteligente, según la ciencia

Características de una persona inteligente

Las personas inteligentes aportan valor allí donde van. Son como esa luz que proporciona claridad en medio de la oscuridad. Su capacidad para ver más allá, su inventiva y su extraordinaria habilidad para unir puntos aparentemente inconexos les permite encontrar soluciones novedosas donde la mayoría fracasa. Sin embargo, las características de las personas inteligentes van mucho más allá.

Durante décadas la inteligencia se identificó únicamente con el cociente intelectual. Hoy sabemos que la inteligencia no se limita al plano intelectual y la resolución de problemas abstractos, sino que se extiende a todas las áreas de la vida. De hecho, una definición sencilla y operativa de la inteligencia es la capacidad para resolver problemas con relativa rapidez e ingenio.

Desde esta perspectiva, la inteligencia no implica únicamente el razonamiento a nivel abstracto y la aplicación de la lógica, sino que también pasa por la comprensión de los estados emocionales, la creatividad e incluso la capacidad para soportar la presión sin venirse abajo. También implica una profunda metacognición; es decir, comprender cómo funciona nuestra mente.

¿Cuáles son las principales características de una persona inteligente?

1. Reconocen su ignorancia

Muchas personas creen que son mejores que los demás, cuando en realidad son víctimas del efecto Dunning–Kruger, un sesgo que les impide reconocer su propia incompetencia, de manera que se comportan con una confianza excesiva e injustificada. En cambio, uno de los rasgos de las personas inteligentes es que reconocen su ignorancia en algunas áreas. Reconocen sus carencias, limitaciones o vacíos porque saben que ese es el primer paso para superarlos.

Las personas inteligentes practican la humildad intelectual. Siempre están abiertas a aprender algo nuevo y admiten sin vergüenza lo que no saben. Esa actitud les permite respetar otros puntos de vista y, a la vez, les impide aferrarse demasiado a sus creencias o ideas como para que estas les impidan seguir creciendo y aprendiendo.

2. No culpan a los demás por sus errores

Las personas inteligentes suelen tener un locus de control interno, lo cual significa que comprenden que tienen determinado poder sobre las circunstancias. Son conscientes de que con la inteligencia y la perseverancia pueden llegar muy lejos y lograr grandes cosas, aunque también comprenden sus límites.

Las personas inteligentes aceptan los elogios por sus logros y asumen la responsabilidad por sus fracasos y errores. Ni más ni menos. No culpan a los demás o al destino cuando algo sale mal, sino que redoblan sus esfuerzos cambiando la perspectiva. De hecho, una de las principales características de las personas inteligentes es precisamente su capacidad para reconocer los errores y aprender de ellos.

3. Son de mente abierta, no se resisten al cambio

La medida de la inteligencia es la habilidad de cambiar”, dijo Albert Einstein. Las personas inteligentes se mantienen abiertas a nuevas ideas y posibilidades. Valoran las opiniones de los demás y evalúan diferentes alternativas antes de tomar una decisión. De hecho, un estudio realizado en la Universidad de Yale descubrió que las personas inteligentes suelen mantener la mente abierta a los puntos de vista de los demás y no formulan los suyos hasta que hayan escuchado diferentes opiniones.

También son conscientes de que las cosas cambian, de manera que no sienten la necesidad de aferrarse a su solución inicial. No padecen la resistencia al cambio. Tienen la flexibilidad mental suficiente como para cambiar si descubren a lo largo del camino que su plan no funciona. De hecho, siempre están buscando nuevas alternativas que les permitan optimizar sus soluciones.

4. No reaccionan con enojo o ira

Una característica de las personas inteligentes es que tienen un elevado nivel de autocontrol. No solo se conocen mejor a sí mismos y exploran sus procesos cognitivos, sino que también saben gestionar mejor sus emociones. Estas personas suelen practicar más la introspección y saben lidiar con sus estados afectivos para que no se conviertan en un obstáculo durante el proceso de resolución de problemas.

Un estudio llevado a cabo durante 22 años en más de 600 personas comprobó que tanto la agresividad como la inteligencia son relativamente estables a lo largo de la vida. Estos psicólogos de la Universidad de Michigan constataron que un cociente intelectual más bajo era un predictor de las reacciones agresivas. Al parecer, ello genera un círculo vicioso ya que la agresividad también obstaculiza el desarrollo de la inteligencia.

5. No se dejan llevar por los prejuicios

A lo largo de la vida, todos vamos desarrollando determinados estereotipos, los cuales nos sirven como puntos de referencia rápidos para movernos en un mundo complejo. Sin embargo, las personas inteligentes no dejan que esos estereotipos o prejuicios determinan sus decisiones y comportamientos. Son capaces de ver más allá.

Un estudio desarrollado en la Universidad de Brock con más de 15.000 personas encontró que quienes tenían un cociente intelectual más bajo en la infancia era más probable que fueran más racistas y homófobos en la adultez. Concluyeron que la inteligencia desempeña un papel crítico, aunque a menudo subestimado, en los prejuicios.

6. Tienen sentido del humor

Otra de las características de una persona inteligente es su gran sentido del humor. De hecho, Sigmund Freud apuntó a que el humor nos permite liberar de manera segura y asertiva nuestros impulsos, expresándolos en forma de ingenio. El humor también es fundamental para no tomarnos las cosas demasiado a pecho y ser autocríticos, de manera que las personas inteligentes a menudo se ríen de sí mismas y sus circunstancias.

Un estudio realizado en la Universidad Médica de Viena reveló que las personas más inteligentes suelen apreciar el humor poco convencional, como el humor negro. Curiosamente, estas personas también muestran niveles más bajos de agresividad y un mejor estado de ánimo. Sin duda, la capacidad para reírse de todo, incluso de lo que se suele considerar como un tabú, les ayuda a atenuar las dificultades, les permite tomar una distancia de lo que ocurre y encontrar mejores soluciones.

7. Se preocupan más por las cosas

Todos los rasgos de las personas inteligentes no son positivos. Estas personas también muestran una mayor propensión a preocuparse y rumiar. Diferentes estudios han hallado una relación entre la inteligencia y la tendencia a preocuparse más por las cosas y rumiar los hechos.

Es probable que ello se deba a que generalmente las personas inteligentes rechazan las explicaciones más superficiales y necesitan amplias evidencias que avalen una tesis. Su inteligencia podría empujarlas a querer llegar al fondo de las cuestiones o podría mostrarles problemas allí donde los demás no los ven. Eso podría llevarles a sufrir más ansiedad, preocuparse por amenazas potenciales o analizar los sucesos una y otra vez hasta encontrar una explicación satisfactoria.

 

Fuentes:

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