Elimina los malentendidos en tu relación

3 Sencillas reglas que eliminarán para siempre los malentendidos en tu relación

Con el tiempo básicamente en cada pareja llega el momento cuando ambos dejan de cuidar sus palabras y empiezan a herirse mutuamente con frases no pensadas.

Por ello, decidimos descubrir cómo puedes conservar sin esfuerzo alguno la calidez en tu relación y evitar una separación. Resulta que, para esto, solo necesitas seguir estas 3 sencillas reglas de comunicación.

Hablando de tus deseos, omite la partícula “no”

La partícula “no“ tiene la habilidad de darles a algunas afirmaciones una connotación negativa. Por lo tanto, hay que evitarla hablando de qué es lo que quieres. Además, después de estas frases, a tu pareja le resulta más difícil entender cómo actuar ahora porque le quedan muchas opciones de conducta.

  • Mal: ”No quiero que me controles“.
  • Bien: “Quiero que confíes en mí”.

 

Intenta usar “y“ en lugar de ”pero”

Esta regla parece sencilla, pero tendrás que recorrer un largo camino para acostumbrarte a este cambio. Aunque los esfuerzos valen la pena, porque esta regla te ayudará a cambiar el rumbo de la conversación del modo de una batalla verbal al modo de colaboración.
Siente la diferencia:

  • Mal: “Te entiendo pero quiero que tú también me entiendas“.
  • Bien: ”Te entiendo y quiero que también me entiendas”.

 

No arruines un gesto positivo con réplicas negativas

¿Alguna vez has notado que algunas personas incluso cuando las elogian logran expresar su negatividad? El problema es que así funciona el cerebro humano: reacciona activamente a lo malo. Por lo tanto, si quieres decirle algo bueno a alguien, no mezcles los cumplidos y la crítica.

  • Mal: “La cena te quedó muy deliciosa, nada que ver con la de ayer“.
  • Bien: ”Gracias por la cena, ¡estuvo muy deliciosa!”

A veces subestimamos el poder de nuestras palabras y nos da pereza trabajar en nuestros hábitos verbales. Pero es mejor aprender a hablar de tal forma que nos entiendan correctamente que luego tener que eliminar problemas, provocados por malentendidos. ¿No lo crees?

 

Fuente: genial.guru

Señales que indican que estás en una relación nociva

La sociedad actual nos ha mal acostumbrado a depender emocionalmente de nuestra pareja, cuando en realidad una relación estable debe guardar las distancias y el respeto mutuo. Pero el amor es ciego, y muchas veces ignoramos señales de alerta de que nuestra relación puede estar pasando a ser dañina.
Por ello te traemos algunas señales que debes tener en cuenta. Si te identificas con la mayoría, debes analizar qué está sucediendo con tu relación.

1. No te deja salir con tus amigos/as

Tus amigos están extrañados porque hace mucho no sales con ellos y cuando lo haces, siempre es en compañía de tu pareja. Esta podría ser una señal de alerta. Es necesario salir con amigos o familia y dejar claros los espacios de cada quien para no ahogarse en la relación.
Pasar mucho tiempo con él o ella puede parecer una adicción y es muy común en esa primera fase de enamoramiento. Pero hay que procurar no sofocar la relación desde el inicio porque después será un martirio.

2. Controla tu dinero

La confianza es esencial, pero siempre tienes que pensar primero en ti. ¿Qué pasa si la relación se termina y tu pareja ha estado manejando tu dinero? ¿Con qué te quedarías? La violencia económica es una forma de dominar a la pareja.
Pero como pareja es normal que quieran compartir experiencias y bienes. La solución sería tener unos ahorros en común y otros individuales porque, seamos realistas, a veces el amor se acaba. Es normal.

3. Te revisa o revisas su móvil constantemente

¿Confías en tu pareja? Si es asi, es hora de demostrarlo. Revisar el móvil del otro no es normal, ni mucho menos una prueba de amor. Es violencia de control y es solo el comienzo de otra serie de controles represivos. Haz un ejercicio de confianza mutua.
Los celos envenenan y no traen nada bueno. Incluso por tu propio bien, no caigas en el juego de controlarse mutuamente.

4. Te dice cómo debes vestirte

Para tener estabilidad en una relación se debe empezar por quererse y respetarse a sí mismo. Tu cuerpo es sagrado y tienes derecho sobre él. ¿A tu pareja no le gusta cómo te vistes? No tiene por qué decidir, tú te vistes para ti, no para los demás. Recuerda que una persona segura proyecta seguridad en la relación.

5. Se enfada porque tardas en contestar el teléfono

Si te parece que esta actitud no es dañina, te invitamos a que recuerdes que una relación debe darte tranquilidad y plenitud. Si tiemblas de miedo cada vez que no alcanzaste a contestarle a tu pareja, algo anda mal.

6. Te cela hasta con tu mejor amigo/a

Seguro ya habrás escuchado esto, pero los celos son una enfermedad. Es verdad que a veces hacemos bromas al respecto, pero cuando las bromas se tornan serias, es mejor huir. Si tu pareja no confía en ti nunca habrá estabilidad.

7. Sientes miedo de decir lo que piensas

El amor es para ser felices, no para tener miedo. Tu pareja debe ser tu confidente, no tu enemigo o un monstruo al que temes hablar.
No temas decir lo que piensas y respeta si la otra persona piensa diferente a ti. Al final, es mejor que piensen diferente en muchas cosas, esto dará riqueza y diversidad a la relación.

8. Se insultan mutuamente

Hay límites que una vez que cruzas no hay vuelta atrás. Por ello es mejor nunca cruzarlos. ¿Han llegado a insultarse y ahora es algo común? Pues no dejes que lo sea. Si empiezas una relación, establece reglas contigo mismo, como aquella de nunca insultar. Si te insulta a ti, no caigas en ese juego, eres mejor que eso.

9. Tus amigo/as han intentado advertirte

Si es así, escuchalos. Es difícil ver la situación con objetividad desde adentro, pero nuestra familia o amigos pueden tener una idea más clara.
Si te notan triste, callado o ausente, seguramente están viendo el problema que tú te niegas a ver.

Y una relación sana, ¿qué es?

Una relación de pareja debe basarse en el respeto y en la igualdad. Tanto hombres como mujeres debemos dejar atrás el pensamiento de que los celos enfermizos son una forma de demostrar el amor, cuando las verdaderas muestras amorosas son querernos a nosotros mismos para así proyectar seguridad y respeto en nuestra relación.

Fuente: genial.guru

Cómo actuar frente niños que muerden y pegan

Muchos niños responden a la frustración a través de puñetazos, mordeduras, arañazos y otras formas de agresividad. Este comportamiento se considera normal en la primera infancia pero los padres deben evitar que esta conducta sea habitual.

Muchos padres se preguntan alarmados si es normal que sus hijos pequeños peguen o muerdan a otros niños o incluso a sus padres u otros adultos. Para responder a esta pregunta hay que tener en cuenta algunos factores como la edad del niño y el contexto en el que ocurre ese comportamiento.

Es completamente normal que aparezca alguna forma de agresividad entre los 2 y los 4 añosya que en esta edad el niño tiene muy poca tolerancia a la frustración y se enfada cuando las cosas no ocurren como desearía. Como en esta edad los niños no dominan aún el lenguaje, manifiestan su frustración pasando a la acción, ya sea llorando, gritando, con rabietas, pegando, mordiendo, etc.

Los especialistas sostienen que no es raro este tipo de agresividad en los niños pequeños ya que es en esta etapa cuando empiezan a interactuar socialmente y de forma lógica surgen los primeros conflictos. Situaciones en las que dos niños quieren el mismo juguete, o el lápiz no pinta o se le derrumbó el castillo de arena son situaciones en las que el niño puede frustrarse y responder con agresividad.

Responder con una conducta agresiva de este tipo ante una frustración es un comportamiento habitual en los niños de esta edad, por ello los padres no deben alarmarse si sus hijos pegan o muerden en alguna ocasión a algún compañero de clase o a algún adulto.

No obstante, si esta actitud se repite con frecuencia, es preciso intervenir para reducir y evitar la agresividad y violencia. Cabe destacar que la prevención de conductas agresivas es muy importante y la mejor edad para impedirlo es en la edad preescolar, de hecho representa la mejor oportunidad para impedir el desarrollo de casos de agresión física crónica, según señalan los expertos.

Factores de influencia para una mayor agresividad

Si bien cada niño es un mundo, existen algunas situaciones que pueden predisponer a que el niño desarrolle un patrón de conducta más agresivo:
  • Variables personales: niños con poco autocontrol, que muestran poco respeto a los demás y son emocionalmente inestables tienden a mostrar mayor agresividad entre sus iguales y adultos.
  • Variables familiares: niños expuestos a situaciones complejos en el ámbito doméstico como el divorcio o separación de sus padres, u hogares con un ambiente negativo o el uso de métodos educativos no adecuados predisponen a que el niño sea más agresivo.
  • Variables ambientales: los medios de comunicación y el entorno en el que se desarrolla y crece el niño también influencian en su comportamiento y modo de afrontar las situaciones frustrantes.

Consejos sobre cómo actuar

No hay que alarmarse, pues como ya se ha comentado éste es un comportamiento que forma parte del proceso normal de crecimiento y socialización del niño. No obstante, es importante recordar la destacada influencia que tienen los padres en el desarrollo de una posible conducta o agresiva de su hijo. Por ello es muy importante predicar con el ejemplo y prestar especial atención a no reaccionar con agresividad ante situaciones frustrantes.

A continuación se listan una serie de consejos para evitar la conducta agresiva en los niños:
  • No ser indiferente a sus ataques.
  • Ayudar al niño a exponer lo que le pasa con palabras.
  • Normalizar el cómo se siente.
  • Enseñarle que se puede reaccionar diferente cuando algo sale mal.
  • No enfadarse o gritar.
  • No responder a sus exigencias.
  • Enseñarle a ser paciente.

La mayoría de niños, después de los 4 años, desarrollan el lenguaje y ganan habilidades en comunicación, de manera que van sustituyendo la conducta agresiva por una conducta más reflexiva y comunicativa.

Si la agresividad del niño no coincide con las edades esperables para éste comportamiento ni con los contextos esperables (situaciones de cambio como la muerte de un ser querido, mudanza, etc.) es conveniente consultar a un profesional que nos pueda aclarar la situación y orientar para resolverla.

 

 

 

Fuente: aldeaviral.com

Angustia: síntomas, causas y posibles tratamientos

Este molesto fenómeno está asociado al miedo y la ansiedad que sentimos en los momentos difíciles.

Angustia: síntomas, causas y posibles tratamientos

La angustia es un estado afectivo que causa malestar, sensación de sofoco, sufrimiento mental e incluso tristeza. Está relacionada con el temor (miedo irracional), la desesperación y, en muchos casos, con la incertidumbre. El miedo a la separación, el acoso en la escuela o en el trabajo o los pensamientos irracionales e intrusivos, entre otras situaciones, pueden provocar angustia.

Es frecuente que el término angustia se confunda con ansiedad. En este artículo hablaremos de las diferencias entre ambos conceptos y profundizaremos en las causas, los síntomas y los posibles tratamientos de la angustia.

Diferencias entre angustia y ansiedad

No es fácil entender la diferencia entre angustia y ansiedad, pues son términos que suelen emplearse como sinónimos en muchas ocasiones. Hay autores que consideran que la diferencia se encuentra en que mientras la ansiedad se emplea en el ámbito clínico, la angustia tiene un origen más bien filosófico, y es especialmente importante en el existencialismo. Por ejemplo, Heidegger y Kierkegaard ya empleaban el término, y el filósofo francés Jean-Paul Sartre hablaba sobre la angustia en su libro “L’Être et le Néant» (1943).

Ahora bien, en psicología (o psiquiatría) Sigmund Freud también hablaba de “angustia realista” y “angustia neurótica” refiriéndose a esta última como un estado patológico. En la actualidad, para muchos, la línea entre ansiedad y angustia sigue siendo confusa.

No hay consenso en cuanto a la diferencia

Y es que a pesar de los intentos por distinguir estos conceptos por parte de filósofos, médicos y psicólogos, hoy en día siguen confundiéndose estos términos y son usados como sinónimos en muchos casos. Algunos autores han considerado que en la angustia imperan los síntomas físicos, mientras que en la ansiedad priman los psicológicos (si bien esta distinción entre síntomas es aún más confusa).

También se ha considerado que la angustia tiene un efecto paralizante sobre el individuo, mientras que la ansiedad activa una reacción motora de sobresalto. Sin embargo, en la actualidad, cuando se habla de ansiedad también se tienen en cuenta tanto los síntomas físicos como psicológicos.

Un ejemplo claro de cómo se emplean estos conceptos de manera indistinta es cuando se menciona el trastorno de pánico, pues también recibe el nombre de crisis de ansiedad o trastorno de angustia. Tal y como afirma Manuel Suárez Richards en su libro Introducción a la Psiquiatría (1995): “Ambos términos se utilizan como sinónimos en la actualidad, puesto que se tiene en cuenta que son estados psicológicos displacenteros que presentan síntomas fisiológicos de manera habitual, y se caracterizan por la expectación dolorosa ante un peligro poco preciso”.

Por tanto, en este artículo nos referiremos a la angustia como sinónimo de la ansiedad, que provoca un gran malestar en la persona que lo sufre y en el que no solamente existe una reacción fisiológica y física, sino también psicológica.

¿Qué es la angustia?

Si bien la ansiedad y la angustia destacan por parecerse al miedo, son diferentes a este último en el sentido que el miedo se manifiesta ante estímulos presentes, y la ansiedad o la angustia ante la anticipación de peligros futuros, indefinibles, imprevisibles e incluso irracionales.

La angustia puede ser adaptativa y útil, en el sentido de que es una reacción normal en nuestro día a día, e incluso llega a ser beneficiosa en ciertos contextos. Por ejemplo, al cruzar una carretera con el semáforo en rojo, pues nos mantiene alerta para que no nos atropellen.

Pero si pensamos en una crisis de ansiedad o un trastorno de angustia, la persona tiene una reacción de angustia desproporcionada, que paraliza al individuo, y en el que cobran presencia los síntomas psíquicos como la sensación de ahogo y peligro inminente, que nada tienen que ver con la realidad. Es por eso que puede llegar a ser considerada una psicopatología.

Sus causas

Esta situación de angustia no solo aparece de forma aguda como en el caso del trastorno de pánico, sino que hay otros factores que pueden llevar a sufrirla. Por ejemplo, cuando no tenemos claro nuestro futuro y entramos en una crisis existencial que nos deja dormir pensando en cómo solucionaremos el problema. Para que la angustia ocurra, entran en juego factores biológicos, psicológicos (y existenciales) y ambientales. Por eso los filósofos, poetas, psicólogos y psiquiatras se han interesado por este fenómeno a lo largo de la historia.

Generalmente la angustia aparece en situaciones en las que la persona se enfrenta a situaciones difíciles, donde hay un elemento amenazante (físico o psicológico), pero también en aquellas situaciones en las que la persona no ve claro el camino a seguir y, por tanto, vive una situación de incertidumbre.

A nivel biológico, también hay estudios que afirman que la predisposición genética está presente en esta condición, y que algunos neuroquímicos juegan un papel importante en la angustia.

Por ejemplo, un aumento de adrenalina o una reducción del ácido gamma-aminobutírico (GABA). Por último, algunas causas ambientales como las dificultades en las relaciones sociales o malos hábitos cotidianos, entre otras, pueden precipitar la aparición de la angustia.

Síntomas

La angustia presenta una serie de síntomas característicos. Son los siguientes:

  • Preocupaciones y temores excesivos.
  • Imaginación de escenarios catastróficos.
  • Desesperación.
  • Falta de aire, mareos, sudoración tensión muscular, sequedad de boca o fatiga.
  • Opresión en el pecho.
  • Sofoco.
  • Evitación de situaciones temidas.
  • Dificultades para dormir.

Posibles tratamientos

Los problemas de angustia son muy frecuentes en nuestros días y, sin lugar a dudas, el tratamiento más efectivo para solucionarlo es acudir a terapia psicológica.

Los psicólogos son profesionales preparados para tratar este tipo de problemas, que pueden ayudar a los pacientes a descubrir las causas subyacentes de sus preocupaciones y temores; y pueden facilitarles ciertas herramientas que les ayuden a relajarse y a mirar las situaciones desde una nueva perspectiva. Asimismo, pueden ayudar a éstos a desarrollar mejores habilidades de afrontamiento y resolución de problemas.

La terapia psicológica para los problemas de angustia suele ser corta, pues los pacientes mejoran en 8 o 10 sesiones terapéuticas. La terapia cognitivo conductual se ha mostrado muy efectiva como modelo terapéutico en el tratamiento de los trastornos de ansiedad, pero también también son efectivas otros tipos de psicoterapia como la terapia de aceptación y compromiso o la terapia cognitiva basada en mindfulness (MBCT).

En casos extremos, el uso de fármacos puede ser una buena ayuda como complemento del tratamiento psicológico, especialmente en aquellas situaciones en las que es necesario reducir los síntomas rápidamente, como por ejemplo, para tratar un trastorno de angustia. Sin embargo, la administración de fármacos no debe ser nunca la única opción terapéutica elegida, y siempre se inicia por indicación médica.

 

Fuente: psicologiaymente.net

Secretos de las personas que transmiten energía positiva

Hay personas especiales en el mundo que transmiten energía positiva, una energía especial que les hace brillar y que los demás perciben y aprecian porque les hace sentir bien y positivos.

Qué es lo que hacen las personas que realmente transmiten energía positiva?

  1. Sonríen

Y no sonríen porque sea una forma de educación, sonríen porque no pueden evitarlo y prácticamente la sonrisa se les sale de la cara. Las “neuronas espejo” hacen que tendamos a reproducir a nivel mental lo que hace la persona que tenemos delante nosotros y, por lo tanto, cuando estemos con estas personas sonrientes también nosotros empezaremos a sonreír.

  1. Están donde han decidido estar en ese momento de la vida

Hay estudios que afirman que la felicidad es proporcional a la sensación de control que tienes sobre tu vida, lo que quiere decir es que si has decidido tú estar ahí haciendo eso que quieres y donde quieres, aumenta tu felicidad exponencialmente.

  1. Cuidan su cuerpo y su mente

Uno de los grandes cambios de la humanidad en los últimos años ha sido el aumento de la esperanza de vida. Si vamos a vivir muchos años más, tenemos que aprender a poner “vida a los años”. Las personas que transmiten energía positiva generan gran cantidad de endorfinas a partir del ejercicio físico, se cuidan y desarrollan hábitos saludables . Cuerpo sano, mente sana.

  1. Cuando tienen un problema saben relativizar

Estas personas no se dejan sobrepasar por las situaciones complejas de la vida, tienden a mirar los problemas dentro de una perspectiva más amplia por lo que consiguen resolverlos más fácilmente y con menos carga emocional.

  1. Se rodean de personas que, como ellos, transmiten energía positiva

A estas personas las encuentras rodeadas de personas positivas y que les hacen crecer y sonreír.

  1. Mantienen su individualidad

Se consideran importantes y dedican tiempo a ellos mismos y a sus necesidades. Aunque a veces para otras personas puede parecer un comportamiento egoísta es una de las necesidades que tenemos como seres humanos, el de ser seres independientes, individuales y ser reconocidos por ser especiales.

  1. Dan alegría y amor a los demás

Se preocupan por cuidar a su familia, buscando el equilibrio entre su individualidad y la conexión con los demás. Otra de las necesidades como seres humanos, según el famoso coach Anthony Robbins basado en los trabajo de Maslow, es la necesidad de conexión y amor. Por lo que aunque sean personas que en un momento de sus vidas puedan parecer independientes o solitarios buscan completarse a partir de dar amor a una pareja y cuidar a los demás.

  1. Crecen constantemente

Todo lo que no crece en la naturaleza ya sabemos como acaba: muere. A nivel mental, a nivel profesional, a nivel pareja, familia… hay muchas áreas para mejorar. Las personas que transmiten energía positiva se preocupan por crecer, por mejorar y para ello leen, hacen cursos, viven diferentes realidades, hablan con gente que les estimule y son aprendices toda su vida.

  1. Aprovechan las oportunidades que les brinda la vida

Son receptivos y la mayoría de las cosas que viven lo hacen como una oportunidad y con la apertura y flexibilidad para reconocer a las personas y a las oportunidades en su camino. No se dejan vencer por los obstáculos que hay en su camino, en vez de eso ven soluciones, oportunidades, se mantienen optimistas y disfrutan de todos los momentos que les da la vida.

 

 

Fuente: aprendizajerecreativo.blogspot.com.es

Dependencia emocional, un gran problema

Dependencia emocional: la adicción patológica a tu pareja sentimental

Ciertas personas tienden a engancharse emocionalmente a su pareja.

Dependencia emocional: la adicción patológica a tu pareja sentimentalLas consultas psicológicas reciben día a día un montón de personas que tienen un problema en común: la dependencia emocional.

Este cuadro se puede observar cuando la persona que lo sufre permanece en un estado de filiación extremada hacia su pareja sentimental, porque existe una gran necesidad de mantener el vínculo emocional y el afecto.

Dependencia emocional: ¿qué es?

Como ocurre con otras dependencias, como en la adicción al consumo de sustancias tóxicas, la dependencia emocional opera mediante mecanismos de refuerzo positivo, que acaba generando dependencia psicológica en el sujeto. La dependencia emocional afecta por igual a mujeres y hombres.

Sin embargo, los hombres suelen ocultar este problema pues se sienten menos capaces de reconocer que están ‘atados emocionalmente’ a otra persona. A causa de la vergüenza en expresar el problema, algunos hombres presentan cuadros de dependencia más severos.

¿Quién sufre dependencia emocional?

Aunque muchas veces esta situación pueda ser transitoria, lo más habitual es que el patrón de dependencia emocional en el sujeto se observe a lo largo de su vida y con las diferentes parejas que tenga. Esta dependencia sentimental no hace referencia a motivos materiales (como podría ser una dependencia de tipo económico), sino que alude a la necesidad de amor y vínculo afectivo. Las personas que la sufren tienen un gran miedo a estar solas y no pueden concebir su vida si no es al lado de una pareja sentimental.

Resulta significativo que muchas de las personas que son dependientes emocionales buscan parejas con un carácter dominante, con un perfil psicológico que tiende hacia el egoísmo y el narcicismo, posesivas, autoritarias y déspotas. En algunos casos, el dependiente emocional refiere haber sufrido algún tipo de maltrato físico o psicológico por parte de su pareja, lo cual no resulta extraño teniendo en cuenta el perfil que hemos comentado. La persona dependiente tiende a idealizar a su cónyuge, viviendo en una cierta sumisión hacia él.

La persona afectada es capaz de reconocer el maltrato y el menosprecio que sufre a diario, pero no tiene la capacidad para dejar de estar ‘enganchada’ a su pareja. Pide perdón incluso por cosas que no han hecho, con el fin de mostrarse tierno y sumiso ante su pareja; para ganar su aprobación y amor. También pueden gastarse mucho dinero en regalos y en general mantendrán una actitud de atenciones y gestos con los que tener contenta a la pareja y satisfacerla en todo momento.

Dependencia emocional: buscando sus causas

Normalmente, el fondo del problema de la dependencia se encuentra en una pobre autoestima, que conduce al dependiente emocional a desvalorizarse sistemáticamente. Se muestran críticos consigo mismos y con su forma de ser, hasta el punto de sentirse inferiores y culpables, incluso, del menosprecio que puedan recibir por parte de sus parejas sentimentales. La situación se torna aún más insostenible con el paso del tiempo, en que el transcurso de la relación exacerba la relación subordinada del dependiente emocional respecto a su pareja, que ejerce un rol dominante.

De este modo, el menosprecio de la persona dominante hacia el dependiente emocional se incrementa, llevando al extremo su subordinación. También es común observar que este tipo de relaciones acaban rompiéndose en poco tiempo, pero eso no soluciona el problema. El dependiente intentará volver una y mil veces con su expareja, de la misma manera que el drogadicto se las ingenia para obtener la sustancia y volver a consumir. Esta dinámica conduce a una situación de círculo vicioso, puesto que el desprecio del dominante aumenta, así como disminuye la autoestima y dignidad de la persona dependiente emocional. La persona que padece este tipo de dependencia emocional necesita permanecer en contacto con su pareja, y si el vínculo se rompe del todo, surge una suerte de síndrome de abstinencia emocional.

Ruptura con amigos y familiares

En estos casos, se pueden producir enfrentamientos airados con amigos y familiares. El dependiente emocional se percata de que sus allegados intentan aconsejarle de que su situación psicológica ante la relación no es la más adecuada, pero éste insiste en defender su relación. Aunque los familiares ven de cerca que el sufrimiento causado por esa relación patológica no cesa, el dependiente suele enfrentarse a ellos y defenderá la situación, llegando a reclamar a su allegados un trato especial hacia la otra persona.

La comorbilidad de la dependencia emocional se asocia con cuadros ansiosos o depresivos, aparte de la falta de autoestima que ya hemos comentado, que se ve aumentada al tomar conciencia de que se está arrastrando para recuperar el amor de alguien que no solamente no le quiere sino que le desprecia y maltrata.

En este cuadro, es muy habitual observar que la persona dependiente cree firmemente que su pareja es superior y por tanto merece que todo su entorno reconozca esto y le colme de alabanzas y respetos. Esto puede acarrear un resquebrajamiento de la relación con amigos y familiares, cosa que produce que su dependencia emocional se vea reforzada puesto que solo encontrará el apoyo en la pareja. Como vemos, esta es otra dinámica en que se entra en un círculo vicioso.

Altruismo patológico

El afectado puede llegar al punto de abandonar sus propias responsabilidades laborales a fin de tener el tiempo necesario para complacer las necesidades del cónyuge. El menoscabo familiar, laboral, social y psicológico del dependiente emocional puede alcanzar límites preocupantes.

En el caso de que el dependiente tenga hijos, es frecuente que sus hijos tengan conductas y actitudes de menosprecio hacia él. Aprenden a despreciar a alguien que no muestra autoridad ni dignidad. También se suele percibir signos de deterioro de la relación de los hijos hacia el progenitor autoritario, puesto que tiende a ser una persona egoísta y déspota que no expresa demasiado amor ni preocupación por sus hijo.

Psicoterapia: abordando el problema de la dependencia emocional

Resulta imprescindible iniciar rápidamente la terapia psicológica a fin de conseguir desvincularse emocionalmente de la pareja. No hacerlo y seguir en dinámicas negativas puede conllevar consecuencias nefastas, ya que no es raro que del menosprecio se pase al maltrato psicológico y hasta al maltrato físico en último término. Para evitar entrar en las dinámicas crecientemente peligrosas, es importante empezar tratamiento psicológico temprano, aunque esto a la práctica es difícil de conseguir.

Tal como ocurre en las diferentes adicciones, el primer paso es que el afectado sea capaz de reconocer que tiene un problema y decida buscar la manera de solucionarlo. Este punto es muy difícil: el dependiente logrará encontrar múltiples excusas y justificaciones para su conducta. Suelen ser del tipo: “Vosotros no lo/la conocéis bien”, “Me quiere mucho”, “Nadie es perfecto”, “La culpa es mía también”… Es prácticamente imposible lograr que funcione una terapia que no haya sido requerida por el propio afectado, e igual que ocurre con las demás adicciones, será necesario una ruptura absoluta con la pareja.

¿Conoces a alguien que es dependiente emocional?

Los mejores consejos que se pueden dar a alguien cuyo familiar o amigo sea un dependiente emocional son los siguientes:

  • No cedas nunca ante la exigencia de mantener un trato exquisito hacia la persona dominante.
  • Debes permanecer al lado de la persona dependiente, pero no mostrarte cómplice de su relación enfermiza.
  • Puedes dialogar con el afectado y hacerle entender que puede contar contigo y con la familia.
  • Si finalmente decide pedir ayuda para romper con la situación, es necesario que le acojas e impidas cualquier contacto con la pareja.
  • También es buena idea acompañarlo a terapia. El psicólogo no solo ayudará a encontrar el mejor camino para el afectado, sino que también proporcionará algunas pautas a los familiares y amigos para revertir la situación, así como algunos consejos para dudas concretas.

 

 

Fuente: psicologiaymente.net

El Secreto Del Pensamiento Positivo

Atraes Exactamente lo Que Quieres en tu Vida

Tus pensamientos importan. Tus pensamientos crean tus sentimientos, tus sentimientos crean tus acciones y tus acciones crean tu vida. Están todos interconectados, sin excepción. Procura tener pensamientos positivos.

Un proverbio africano dice “cuando no existe enemigo en tu interior, el enemigo de afuera no puede hacerte daño”. 

Muchas veces la única barrera que nos separa de nuestros sueños somos nosotros mismos y un muro erguido con bloques de pensamientos negativos y dudas. Pero no se ha construido nunca una pared que no pueda ser derribada, y este artículo quiere darte las herramientas para darle los primeros golpes a esa pared.

1. Nunca te dejes engañar por aquellos que te hagan pensar que eres muy joven, muy viejo, que te faltan estudios o te sobran estudios, que te falta experiencia, que es muy tarde para cambiar o es muy pronto. El mejor momento para cambiar es ahora y tú en tu interior lo sabes.

2. El Dalai Lama dijo una vez “cuando dudes entre lo que dice tu corazón y lo que dice tu cabeza, sigue a tu corazón, que aún si te equivocas tu cabeza podrá ayudarte a aprender” Sigue tu voz interior que ella es sabia y te conoce mejor que nadie, ella sabe cuáles son las palabras que debes decirte para ser más positivo y seguir creciendo como persona.

3. Dice un poema “El perdón es el aroma que deja la flor en el talón que la ha pisado”. Muchas veces el aferrarnos a situaciones o personas del pasado no nos permite avanzar hacia donde queremos. Todo ese rencor acumulado es como querer caminar con un pie atado, sólo podrás andar en círculos. Por eso, aprende a perdonar, en especial a ti mismo.

4. Winston Churchill una vez dijo “Pasé más de la mitad de mi vida preocupándome por cosas que jamás iban a ocurrir.” Deja las preocupaciones de lado y confía en que cuando una situación inesperada llegue tendrás las herramientas y capacidades para superarla.

5.Aristóteles dijo una vez “Somos lo que hacemos repetidamente. Por eso la excelencia no es un acto, es un hábito” El pensamiento positivo es parte de la excelencia como personas que venimos a desarrollar. Por eso es importante que te repitas constantemente frases positivas sobre ti mismo.

6. Buda nos enseñó “Hoy somos el resultado de nuestros pensamientos de ayer, y mañana seremos lo que hoy pensemos” Es nuestra responsabilidad convertirnos en aquello que queremos, aunque ya no podamos hacer nada por lo que pasó es mejor tomar responsabilidad por lo que será de ahora en adelante. Lo importante es recordar que podemos ser y llegar donde queremos. 

7. San Agustín dijo “ Toda mi vida busqué a Dios en el exterior y estuvo siempre dentro de mí” Todas las respuestas, ideas, posibilidades y potenciales que necesitas están dentro de ti. Solo recuerda escuchar tu voz interior y confiar en que el resultado siempre será el más apropiado.

8. EL coach Les Brown dice “Apunta a la luna, incluso si fallas aterrizarás entre las estrellas.” Busca metas que te saquen de tu zona de confort, que te lleven a crecer y expandirte y que sobre todo dejen un impacto positivo en los que te rodean. Esta es la mejor forma de asegurar que las fuerzas del universo estarán de tu lado.

9. Aquello en lo que te enfocas lo atraes. Una de las máximas modernas más importantes que puedes escuchar.

10. Los grandes meditadores dicen que el universo no responde a lo que decimos sino a lo que sentimos. Por eso cuando desean amor, prosperidad o salud simplemente evocan en sí mismos las sensaciones que experimentarán en ese momento llenos de amor, prosperidad o salud. Así el universo responde a sus peticiones.

11. Napoleón es un ejemplo del poder de la mente. Era el número 42 de su clase en la Academia Militar. Pregúntate cuántos monumentos y libros se han destinado a ese número 42, y si existe alguno de los otros 41 que en esa academia eran considerados superiores a Napoleón que sea recordado. Él tuvo fe, visualizó, creyó y logró una meta, que no entraremos a comentar si fue noble o no, sino a valorar lo que la mente pudo lograr. Partiendo de la base que tus metas serán justas, lógicas y nobles, sin importar en el lugar en que ahora estés, pues ese es precisamente el mejor lugar para iniciar el cambio positivo en tu vida, de la misma forma triunfarás.

12. Todo en la vida está preparado para que tú seas lo mejor que puedes ser y cumplas con tus misiones de vida. Ten confianza en que hay razones por las que vives cada una de las experiencias de tu vida. Baila al ritmo de la vida y verás como terminarás brillando más allá de lo que nunca te has imaginado. Tú puedes, tú eres capaz, tú lo lograrás, ¡tú te lo mereces!

 

Fuente: elvasomediolleno.guru