10 grandes de Antioxidantes

La batalla contra los radicales libres se gana con un grupo de alimentos capaces de neutralizar a esas moléculas desequilibradas. No dejes de incluir esta selección en tu dieta diaria, y en cada bocado estarás optimizando tu salud y belleza

1. Aguacate: Pocos aliados se pueden encontrar en la mesa con las propiedades del aguacate. Sin duda, este vegetal contribuye a mejorar la calidad de vida de quien lo consume, por eso no debe faltar en la dieta de quienes quieren cumplir con un régimen saludable. Sirve como protector cardíaco y ayuda a fortalecer los músculos abdominales. Contiene minerales, vitaminas, ácidos y aminoácidos, además de grandes cantidades de vitamina E, por lo que se recomienda para la piel, el cabello y las uñas. Es útil en la lucha contra el colesterol y la prevención de la arteriosclerosis. Por su contenido en vitamina D ayuda a la absorción del calcio y fósforo, al tiempo que actúa como un equilibrante del azúcar en la sangre. Se recomienda comer hasta dos aguacates semanales. Puede servirse en ensaladas, relleno con atún y hasta solo, es muy versátil y tiene un sabor muy agradable.

2. Moras, fresas y frambuesas: Estas frutas deben su color a los carotenoides, los cuales actúan en el organismo como poderosos antioxidantes al igual que los antocianos y la vitamina C que poseen. Tienen un escaso aporte en hidratos de carbono, por lo que son bajas en calorías y fortalecen al organismo para combatir infecciones, al tiempo que aportan la fibra necesaria para mejorar el tránsito intestinal. Tienen una incidencia positiva sobre el colesterol y la diabetes al bloquear la absorción de grasas y azúcares. No necesitan una preparación especial, simplemente deben lavarse muy bien y comerse solas o mezcladas con otras frutas.

3. Brócoli: Es un vegetal cuya presencia es clave en la mesa, no en vano es reconocido por sus propiedades nutritivas y antioxidantes. Contiene importantes cantidades de vitaminas A, D y C, además de ácido fólico. Su consumo favorece al organismo en la lucha contra infecciones y por su contenido en hierro y potasio favorece el impulso nervioso y muscular. Se recomienda su consumo semanal pues expertos señalan que contribuye a reducir los riesgos de enfermedades cardíacas y de cáncer. Puede comerse hervido, al vapor, a la plancha o gratinado.

4. Repollo: Es un potente antioxidante dada la cantidad de compuestos de azufre que posee. Contiene mucha agua, hidratos de carbono y fibra, así como vitaminas (A, E, C y B3) y minerales. También, proteínas y grasas, aunque en menor nivel. Es rico en potasio, elemento que contribuye con la transmisión y generación del impulso nervioso y la actividad muscular normal. Son bajos en calorías y favorecen la función diurética en el organismo. Se puede consumir hervido, al vapor o al gratén.

5. Zanahorias: La popular hortaliza de color anaranjado se conoce principalmente por su efecto favorecedor para la vista, pero sus bondades van mucho más allá. Tiene un elevado contenido en vitaminas A, B, B2, C y D. De igual forma, posee sales minerales como calcio, hierro, potasio, sodio, fósforo y magnesio. Representa una aliada muy eficiente para combatir la anemia y el estreñimiento, al tiempo que resguarda el sistema nervioso y contribuye a que el hígado segregue bilis y elimine el exceso de colesterol. Una de sus grandes ventajas es que es rica en betacaroteno, el cual funge como un protector de los agentes solares y es bueno para algunas afecciones en la piel. Cuando actúa en conjunto con las vitaminas C y E se comporta como un gran absorbente de radicales libres en el organismo. Puede comerse hervido, junto a otros vegetales como las vainitas, con un toque de aceite de oliva.

6. Cítricos: Naranja, limón, parchita: Además de refrescantes son muy conocidos por su alto contenido de vitamina C. Es por ello que deben estar incluidos en toda dieta dirigida a poner un freno al efecto de los radicales libres. Además intervienen en la formación de colágeno, huesos, dientes, glóbulos rojos y favorecen la absorción de hierro en los alimentos. También contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, degenerativas e incluso del cáncer. Se pueden comer en ensaladas de frutas y también en jugos.

7. Uvas: Son especialmente populares en las celebraciones de fin de año pero además son una rica fuente de antioxidantes. Tiene propiedades antiinflamatorias y antialérgicas y en el ámbito estético poseen propiedades beneficiosas para combatir el envejecimiento de la piel y la piel de naranja o celulitis. Por ser ricas en olifenoles y flavonoides evitan las formación de radicales libres y por ende favorecen que la piel mantenga su lozanía. Basta con lavarlas bien para comerlas.

8. Cebolla morada: La más dulce de las cebollas, la morada, es también una poderosa herramienta contra los radicales libres por su contenido de antocianina, quercitina, resveratrol, compuestos fenólicos. Bloquea la producción de carcinógenos al tiempo que estimula la producción de glóbulos blancos. Además posee un potente efecto antiinflamatorio y antidiabético. Su consumo es recomendado en ensaladas e incluso se puede usar para preparar ceviche.

9. Espinacas: Es un vegetal sumamente rico en proteínas y vitaminas antioxidantes, tiene un alto contenido en agua y bajo en hidratos de carbono, grasas y proteínas. Aporta importantes cantidades de fibra al organismo lo cual favorece el tránsito intestinal. Su contenido en vitaminas y minerales sobrepasa al de la mayoría pues contiene provitamina A además de vitaminas C y E. De igual forma, contiene vitaminas B2, B6 y en menor proporción B3 y B1. Favorece el sistema inmunológico, la vista, la piel, el cabello y los huesos. Se puede comer hervida, también pueden comerse en crepes acompañadas con ricota.

10. Tomate: Constituye una fuente importante de carotenoides por lo que sirve de escudo en el organismo al evitar la proliferación de radicales libres. El licopeno, derivado de los carotenoides, no sólo le da el color a esta hortaliza sino que también es considerado como un antioxidante mucho más efectivo que la propia vitamina E. Se asocia a la prevención de ciertos tipos de cáncer y a la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares. Puede comerse en ensaladas, en jugo, en salsa y hasta en sopas, su uso es muy común en la gastronomía criolla.

Fuente: esteticaysalud.com.ve