Reducir el gasto

Podemos recortar algunos gastos en casa, y por qué no empezar por ahorrar en la cesta de la compra. Y es que este gasto supone casi un 20% del presupuesto mensual de una familia media, por lo que si tenemos en cuenta los consejos de las organizaciones de consumidores, podremos ahorrar un dinero que nos vendrá muy bien para afrontar otros gastos. 

Planifica las comidas de la semana

Es muy común gastar más de lo necesario cuando vamos al supermercado. ¿El problema? Que no tenemos claro qué vamos a comer en los próximos días, así que llenamos el carrito de la compra de cosas que no necesitamos y de ‘porsiacasos’. 

Esto tiene una solución facilísima: sentarnos una vez a la semana en familia y organizar las comidas que vamos a preparar. De esta forma podremos elaborar menús saludables y, además, haremos la compra con cabeza, sin necesidad de ir parando en todo aquello que nos llame la atención porque, cuidado, todo está pensado para que piquemos. 


Fija un presupuesto

Esto va de la mano del punto anterior. Cuando organices las comidas, piensa cuál es tu presupuesto y cíñete a él en la medida de lo posible. Siempre va a fluctuar algo, pero el hecho de ir con una cantidad en mente te va a frenar a la hora de coger productos innecesarios. Es una medida muy eficaz.  

Elige el supermercado más barato

La diferencia entre unos supermercados y otros es abismal, pudiendo suponer un ahorro anual de 900 euros. Así pues, compara los listados de organizaciones como la OCU o FACUA, localiza los supermercados más económicos y cercanos a tu casa, y apuesta por ellos. 

Haz la compra online

Los precios de los productos en los websites de las distintas cadenas suelen ser más económicos que en sus tiendas físicas por el ahorro que supone para ellos la venta a través de comercio electrónico. Y además del dinero, te ahorrarás tiempo y otros gastos como el del transporte. No lo dudes, si te manejas bien con Internet, aprovéchate de la cómoda posibilidad de hacer la compra desde casa. Incluso, podrás guardar tus preferencias y utilizarlas en tus futuras compras, pagar de forma segura a través de pasarelas de pago, etc.  

Mejor después de comer

Podría parecer una perogrullada, pero tiene mucho sentido. Está más que comprobado que cuando vamos a la compra antes comer o a última hora de la tarde, compramos más… mucho más

. Y es que si vamos con el estómago vacío, este órgano se va a encargar de dar las órdenes al cerebro: «compra, compra, compra…». Para evitar que todo nos parezca apetecible y atractivo, nada mejor como ir a la compra recién comidos. Sí, da más pereza, lo sabemos, pero de verdad supone un ahorro más que considerable. 

Compra productos locales y de temporada

Los productos cercanos y de temporada no han necesitado de largos viajes ni de duraderas temporadas de almacenaje. Esto hace que su precio se abarate, así que, además de poder ahorrarnos un dinerito, estaremos haciendo un consumo más sostenible y respetuoso con el planeta. 

¡Atención a las fechas de caducidad!

Cada vez más supermercados están llevando esta iniciativa tan útil: reetiquetar los productos cuya fecha de caducidad está cercana y rebajar su precio. Atentos pues a estas etiquetas y, si vamos a consumirlos pronto, podemos llevarnos estos productos a casa con total tranquilidad y sabiendo que hemos hecho un ahorro. 


Acógete a los planes de fidelización

Seguro que, alguna vez, cuando has ido a pagar tu compra, te han ofrecido una tarjeta de fidelización. ¡Cógela! Aunque puede dar pereza rellenar los datos y sumar a la cartera «otra tarjeta más», lo cierto es que sí sirven para algo. Dependiendo del supermercado, de la cantidad de compra que hagamos y otros factores, podremos ahorrarnos dinero en el mismo momento de la compra o descuentos en próximas ocasiones. ¡Todo suma!

Fuente: cocina.facilisimo.com