Mitos de la alimentación

Muchos mitos de la alimentación no tienen una base científica y pueden hacer que estemos perdiendo vitaminas o que, en lugar de bajar de peso, incluso lo estemos ganando.

A la hora de hacer una dieta nos enfrentamos a una extensa lista de dificultades. Puede que nos impidan lograr el objetivo de perder peso de una manera saludable y que, además, el adelgazamiento logrado no se prolongue en el tiempo. Los principales enemigos de las dietas son los mitos de la alimentación.

En una sociedad en la que existe una avalancha de información, no es de extrañar que se extiendan constantemente un sinfín de creencias erradas sobre los efectos de algunos alimentos sobre nuestro peso.

Por ello, te explicaremos los 10 mitos de la alimentación que debes desterrar por completo. Recuerda, si tienes algún tipo de duda, busca asesoría especializada.

10 mitos de la alimentación que no debes pasar por alto

1. Comer fruta como postre nos hace engordar

Muchas personas aseguran que comer fruta después de la comida puede hacernos engordar. Sin embargo, esta afirmación no tiene plena validez, pues, científicamente no se ha podido comprobar tal creencia.

No hay razón para creer que las frutas te aportarán más calorías por haberlas ingerido después de tus comidas.

Cuentan con la misma cantidad de calorías sin importar el momento en que las comas. Al contrario, las frutas son bajas en calorías y ofrecen nutrientes importantes para tu cuerpo como agua, fibra, minerales, vitaminas y azúcar natural.

2. Comer productos integrales hace que pierdas peso

Alimentos variados con fibra.
La fibra es un alimento saludable pero un mito en la pérdida de peso.

La mayoría de las personas que se encuentran haciendo una dieta se sienten convencidas de que perderán peso sólo por el hecho de comer productos integrales. No es así. Este es uno de los mayores mitos de la alimentación.

Verdaderamente, vale la pena comer productos integrales, pero no porque por sí solos te hagan perder peso, sino porque contienen más fibra y minerales que los alimentos tradicionales. De hecho, puede que tengan la misma cantidad de calorías.

El beneficio está en que la fibra genera la sensación de saciedad, por lo que puede contribuir a disminuir el hambre y, por lo tanto, comerás menos.

3. Los jugos pierden las vitaminas

Desde hace algunos años se discute la idoneidad de tomar jugos en lugar de frutas. Muchos recomiendan consumir únicamente la fruta. Esto se debe a que, supuestamente, el jugo pierde progresivamente su cantidad de vitaminas.

Sin embargo, se ha demostrado que eso no es verdad.  La cantidad de vitaminas en el jugo se mantiene intacta con el pasar de las horas.

4. La grasa vegetal engorda menos que la proveniente de fuente animal

Es recomendable consumir grasas vegetales en vez de animales, pero no porque tengan menos calorías. En realidad, las calorías aportadas por ambos tipos de grasa son iguales a 9 kcal/g.

El beneficio de las grasas vegetales radica en que cuentan con elevados contenidos de ácidos grasos insaturados, que son indispensables para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Además, los vegetales grasos tienen muchos micronutrientes.

No obstante, existen alimentos animales con alta concentración de estos ácidos grasos, como son los pescados. Por lo que no deben faltar en tu dieta estos alimentos.

5. No comer carbohidratos

Alimentos variados con carbohidratos.
Los carbohidratos son necesarios para nuestro cuerpo y deben ser la base de una dieta equilibrada.

Este puede que sea uno de los mitos de la alimentación más perjudiciales, ya que demasiadas personas lo creen sin que sea verdad.

En general, se cree que los carbohidratos son los principales responsables del exceso de peso. Sin embargo, en realidad se trata de los compuestos más importantes de nuestra dieta, ya que son los responsables de aportarnos la energía necesaria para que el organismo funcione.

Eso sí, es preferible optar por los carbohidratos complejos, como las verduras, los granos y los cereales.

6. Los productos light, por sí solos, ayudan a adelgazar

Muchos caen en el error de creer que están comiendo más sano porque ingieren sólo productos light. De hecho, algunos creen que por ser light pueden permitirse comer más, cuando la realidad es otra. Estos productos son iguales a los originales pero con una disminución en algunos de sus componentes.

Es decir, si comes una galleta con la etiqueta de light puede que sea exactamente igual a la tradicional, pero en una presentación más pequeña. En ciertos casos, tal vez la presentación sea igual pero se hayan extraído algunas calorías de su contenido.

No obstante, en cualquiera de los casos, si comes mucho de este producto no habrás ahorrado caloría alguna.

7. El pan te hace engordar

Por sí solo, ningún producto alimentario nos hace engordar. Se trata de uno de los mitos de la alimentación más extendidos.

Puede que el pan cuente con un alto aporte calórico, pero lo que engorda no es el pan en sí, sino consumir en total muchas más calorías de las que requieres.

  • Bien sea pan o cualquier otro alimento, si lo comes en exceso, superando el límite de las calorías diarias necesarias, vas a engordar.

8. La cerveza engorda

Mujer con un vaso de cerveza.
La cerveza es un potente diurético natural.

Muchos relacionan la cerveza con la aparición de la llamada “barriga cervecera”. Sin embargo, varios estudios han demostrado que la cerveza no se relaciona con la obesidad. Al contrario, es diurética.

9. No cenar

Muchos dejan de cenar para adelgazar. No cometas ese error. Con ello, sólo alterarás tu metabolismo, volviéndolo más lento.

10. Eliminar el azúcar

Cuando se hace referencia al daño que puede causar este elemento, se está hablando del azúcar refinada. Es necesario consumir azúcar, sólo que con moderación y preferiblemente natural, como el de las frutas.

Sea como fuere, si quieres realizar un régimen alimentario adecuado debes buscar la asesoría de un especialista en nutrición. De esa manera, te asegurarás de conocer cuáles son las necesidades de tu cuerpo y los requerimientos apropiados.

Fuente: mejorconsalud.com

Alimentos y el sueño infantil

La dieta desempeña un papel muy importante en la vida de los niños. No solo les aporta los nutrientes que necesitan para crecer de forma saludable sino que también interviene en muchas de las funciones del organismo como por ejemplo, el sueño. Se ha demostrado que de la misma forma en que algunos alimentos favorecen el sueño, existen otros que impiden que los niños duerman bien. Por tanto, si quieres que tu hijo no tenga problemas para dormir, debes evitar que coma estos alimentos por la noche, o al menos limitar su consumo.

Alimentos que los niños no deberían comer antes de ir a la cama

1. Productos ricos en cafeína

La cafeína es una de las sustancias que más activan al cerebro. De esta manera, consigue inhibir las señales de sueño y cansancio, a la vez que excita al sistema nervioso central. Sin embargo, contrario a lo que muchos padres piensan, la cafeína no solo se encuentra en el café sino que también se puede hallar en otros alimentos, como el té y las gaseosas.

2. Chocolate

A la mayoría de los niños les encanta el chocolate y se ha demostrado que tiene muchos beneficios para la salud ya que es rico en antioxidantes. Sin embargo, se debe evitar su consumo antes de ir a la cama ya que también contiene cafeína y tirosina, esta última es una sustancia que activa al cerebro y combate la fatiga, haciendo que desaparezca la necesidad de dormir.

3. Proteínas

Muchas familias españolas tienen por costumbre prepararles a los niños en la cena un filete o una tortilla. No obstante, consumir alimentos ricos en proteínas antes de ir a la cama puede afectar el sueño de los más pequeños de casa. Lo que sucede es que las proteínas reducen la síntesis de serotonina en el cerebro, un neurotransmisor involucrado en la regulación del ciclo de sueño y vigilia, a la vez que aumentan la segregación de adrenalina, elevando el nivel de alerta a nivel cerebral.

4. Grasas

La mayoría de los niños adoran las patatas fritas, las hamburguesas, las croquetas y el pollo frito. Sin embargo, estos alimentos podrían estar afectando la calidad de su sueño. Un estudio realizado por expertos de la Universidad de Adelaida, en Australia, encontró que las personas que siguen una dieta rica en grasas, sobre todo en la cena, tienen más probabilidades de sufrir insomnio.

Alimentos que provocan insomnio

5. Hidratos de carbono simples

Los carbohidratos aportan la energía que los niños necesitan para crecer y realizar sus actividades cotidianas, pero si se consumen por la noche pueden afectar el sueño infantil. Un estudio publicado en la Journal of Child Health Care desveló que los niños que consumen grandes cantidades de carbohidratos simples, sobre todo por la tarde y noche, son más propensos a padecer trastornos del sueño y sudoraciones nocturnas.

6. Alimentos picantes

Se ha demostrado que comer por la noche platos picantes que contengan pimienta, chili o guindilla, incluso aquellos con mostaza o salsa tabasco, pueden alterar la calidad del sueño, sobre todo en los niños. Esto se debe a que activan el metabolismo, a la vez que reducen la segregación de triptófano, un aminoácido que favorece la conciliación del sueño.

7. Queso

Algunos lácteos, como el queso y sus derivados, pueden ser difíciles de digerir, por lo que resulta conveniente evitarlos a la hora de la cena. Además, contienen tiramina, un aminoácido que estimula la liberación de adrenalina y noradrenalina, lo cual mantiene activo al cerebro y al sistema nervioso central.

8. Embutidos

La mayoría de las familias incluyen los embutidos en su dieta, pero estos alimentos son uno de los peores enemigos del sueño infantil. Se ha demostrado que las carnes procesadas, como el chorizo, el salchichón o las salchichas, son ricos en tiramina, un aminoácido que incrementa la producción de norepinefrina, el cual a su vez estimula al cerebro y reduce la sensación de cansancio.

9. Azúcar

Darle pasteles, dulces o refrescos a los niños antes de ir a la cama no es una buena idea. Los alimentos ricos en azúcar ofrecen un aporte energético instantáneo, lo cual aumenta los niveles de adrenalina, estimula al sistema nervioso central y mantiene activo al cerebro. Además, los dulces suelen ser ricos en grasas, las cuales también atentan contra el sueño infantil.

10. Alimentos diuréticos

Estos alimentos tienen la propiedad de estimular la actividad de los riñones, haciendo que los pequeños tengan que ir varias veces al baño durante la noche, o lo que es peor, que mojen la cama. Obviamente, esto les impedirá lograr un sueño reparador. Por eso, es conveniente evitar que consuman durante la noche alimentos ricos en agua, como la sandía, los pepinos o la berenjena. También se aconseja limitarles la ingesta de agua, al menos dos horas antes de acostarse.

Algunos de los alimentos más adecuados son las frutas y verduras, en especial las bananas, que son ricas en triptófano y magnesio, un relajante muscular. También se puede consumir carbohidratos complejos como los que contiene la pasta integral y la avena. Los frutos secos, la leche y el yogurt natural también son una buena opción.

Fuente: etapainfantil.com

Ventajas del yogur en la dieta

El yogur ha estado presente en nuestra dieta desde hace cientos de años, no solo por su sabor y su versatilidad sino también por sus propiedades nutritivas. En los últimos tiempos también ha comenzado a llamar la atención de los investigadores ya que su consumo se ha asociado con una dieta más sana y la prevención de algunas enfermedades.

La buena noticia es que incluso las personas que son intolerantes a la lactosa suelen tolerar bien el yogur puesto que contiene entre un 20-30% menos de este tipo de azúcar y sus bacterias ácidas contribuyen a su adecuada digestión, por lo que es una opción saludable para toda la familia.

El yogur: Fuente de salud para grandes y chicos

1. Aporta nutrientes valiosos para el organismo

El yogurt contiene muchos de los nutrientes que nuestro organismo necesita. Una taza de yogurt puede proporcionarnos el 49% del calcio que necesitamos para mantener nuestros dientes y huesos sanos. También es rico en vitaminas del grupo B, en especial la vitamina B12 y riboflavina, que nos protegen de las enfermedades cardíacas y son fundamentales durante el embarazo para evitar los defectos congénitos del tubo neural. Una taza de yogur nos proporciona además el 38% de la cantidad de fósforo que necesitamos, el 12% del magnesio y el 18% del potasio, minerales esenciales para regular la presión arterial y el funcionamiento del sistema nervioso.

2. Contiene proteínas que ayudan a regular el apetito

El yogur proporciona una cantidad impresionante de proteínas: aproximadamente 12 gramos por cada 200 gramos. Esa es una de las razones por la cual nos ayuda a mantenernos en forma ya que regula el apetito y aumenta nuestro gasto energético. Un estudio realizado en la Universidad de Misuri reveló que las personas que consumían yogur reportaban sentirse más saciadas y consumían menos calorías a lo largo del día. Otra investigación publicada en la revista Appetite comprobó que el yogur griego, que aporta una media de 24 gramos de proteínas por cada 200 gramos, es aún más eficaz para regular el apetito ya que retrasa más la sensación de hambre que el yogur normal.

3. Fortalece el sistema inmunológico

El consumo de yogur, sobre todo los que contienen probióticos, se ha asociado con un sistema inmunológico más fuerte, aunque este efecto beneficioso también se debe a su contenido en magnesio, selenio y zinc. Diferentes estudios, entre ellos uno realizado en la Universidad de California, han demostrado que los probióticos reducen la inflamación, una condición que se ha vinculado con numerosos problemas de salud, desde las infecciones virales hasta trastornos del intestino o incluso el cáncer. Otro metaanálisis publicado en la British Journal of Nutrition comprobó que tanto en los niños como en los adultos los probióticos ayudan a reducir la incidencia, duración y gravedad del resfriado.

4. Mejora el perfil metabólico

El perfil metabólico desvela cómo funciona nuestro metabolismo, por lo que aporta información muy valiosa sobre el estado de los órganos principales y ayuda a diagnosticar diferentes enfermedades. Investigadores de la Universidad de Iowa dieron seguimiento a 5.124 niños durante 3 años analizando su dieta y perfiles metabólicos teniendo en cuenta parámetros como el nivel de insulina, el peso corporal y la presión arterial. Descubrieron que los pequeños que comen yogur al menos una vez a la semana tienen un perfil metabólico mejor. Otro estudio realizado en la Universidad de Cambridge en el que se le dio seguimiento durante 11 años a 4.000 personas encontró que quienes consumían yogur a diario tenían un 28% menos de probabilidades de desarrollar diabetes.

5. Forma parte de un estilo de vida saludable

El consumo de yogur se ha asociado con un estilo de vida más saludable, tanto en los adultos como en los niños. Investigadores de la Universidad de Reading descubrieron que su consumo regular está relacionado con una dieta infantil más rica en frutas, cereales integrales, pescado y leche, así como una presencia menor de carne procesada, alimentos ricos en grasas y bollería industrial. Otra investigación publicada en la revista BMC Nutrition donde se analizó la dieta y los hábitos de vida de 2.610 personas desveló que quienes consumían yogur se cuidaban más, practicaban con regularidad ejercicio físico y tenían un conocimiento más profundo del impacto de la alimentación en la salud.

Fuente: etapainfantil.com

Alimentos recomendados

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Además de proporcionarnos la energía que necesitamos a diario, los alimentos que ingerimos también pueden beneficiar a nuestra salud en múltiples formas. Estos son algunos de los alimentos más nutritivos del mundo que deberíamos incluir como elementos básicos en nuestra dieta.

1. Brócoli. Una verdura de gran valor nutritivo y alto poder antioxidante que protege contra el cáncer. También es una gran fuente de calcio y potasio, por lo que es bueno para los huesos, así como para la presión arterial. Su vitamina C y el beta-caroteno protegen a los ojos de las cataratas y reducen los daños que los radicales libres pueden ocasionar a las células del cerebro.

2. Espinacas. Sus carotenoides protegen los ojos de la degeneración macular relacionada con la edad. Además, sus altas concentraciones de vitamina K, pueden ayudar a mantener la densidad ósea y prevenir fracturas. Son también ricos en potasio y magnesio, así como folato, con lo que ayudan a mantener la presión arterial baja, reduciendo el riesgo de accidentes cerebrovasculares.

3. Arroz integral. Es un alimento energético, exento de colesterol y con un contenido de grasa casi nulo. Ayuda a controlar la tensión y el azúcar en sangre y proporciona un sinfín de sustancias protectoras (fitoquímicos antioxidantes).

4. Salmón. Rico en biotina, vitamina B12, vitamina B3 o niacina, vitamina B6, vitamina D, potasio, ácidos grasos omega-3 y colina. Entre sus beneficios, encontramos la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y de cáncer de próstata.

5. Pavo. Es un alimento muy proteico, fácil de digerir y de bajo contenido en grasa y colesterol.

6. Ajo. Tiene excelentes cualidades diuréticas, depurativas, antisépticas y antibacterianas. Reduce el colesterol y actúa como anticoagulante, reduciendo el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. Reduce también el riesgo de varios tipos de cáncer, como el de cáncer de colon, de próstata y de estómago.

7. Aceite de oliva. Ayuda a disminuir el colesterol malo del organismo y conserva el bueno, por lo que previene las enfermedades cardiovasculares.

8.Nueces. Un alimento rico en vitaminas y antioxidantes, que contiene omega 3, una grasa que contiene efectos cardiosaludables. Sus numerosos beneficios incluyen propiedades anticancerígenas, la prevención de enfermedades neurodegenerativas.

9. Yogur. Rico en ácido pantoténico, vitamina B2 o riboflavina, calcio, fósforo, potasio y yodo. Se trata de un alimento probiótico, que ayuda a reducir el crecimiento de bacterias dañinas en el intestino. Los probióticos también producen compuestos que mejoran la inmunidad y actúan como antibióticos naturales.

10.Chocolate negro. Es rico en flavonoides, zinc y fibra, y en sustancias antioxidantes que protegen contra los radicales libres y previenen enfermedades cardiovasculares y degenerativas.

Fuente: losmejoresalimentos.com

Comer Sano en el Trabajo

Muchas personas quieren llevar un estilo de vida saludable pero el lugar de trabajo supone un problema, las prisas o la falta de opciones suelen forzarnos a comer mal en la oficina.

Sin embargo, hay varias maneras de comer sano cuando se trabaja en una oficina. Aunque puede ser un desafío constante: la máquina expendedora comienza a llamarte por tu nombre a las 10 de la mañana, tu compañero de café te llama para un descanso a las 11, un sándwich frente al ordenador a las 12 y luego alguien celebrando su cumpleaños con un enorme pastel azucarado a las 3 de la tarde. La lucha es real, demasiado real, y hay que estar preparado.

Con estos 10 consejos podrás romper con los malos hábitos y empezar a vivir una vida más saludable. Siguiendo estos consejos también aumentara tu productividad y energía.

1. Tomar conciencia y encarar el tema con alegría.

Los cambios de hábitos y patrones de alimentación son una tarea ardua, pero si lo hacemos convencidos y sabiendo que es lo correcto para nosotros mismos se hacen muy llevaderos.

Es una buena idea llevar un diario de nutrición durante algún tiempo y luego analizar los resultados. Puede agregar una pequeña nota sobre lo que estaba en su agenda ese día para identificar mejor los patrones.

Infórmese sobre nutrición: lea atentamente las etiquetas de los alimentos y, preferiblemente, elija los productos con las etiquetas más cortas y fáciles de leer, inspírese en los blogs y sitios web, únase a los boletines informativos y grupos de Facebook pertinentes.

También es importante entender que comer sano no debe ser visto como algo tortuoso y complicado, ya que no lo es. Puede ser difícil al principio, pero sólo necesita algo de tiempo para adaptarse a los nuevos cambios en sus hábitos alimenticios.

2. No saltarse el desayuno.

Comenzar siempre el día con un desayuno nutritivo y lleno de energía para cargar las baterías para un nuevo día en la oficina.

Tu cerebro funcionará mejor y ya no sentirás esos retortijones de hambre por la mañana. La llamada de la máquina expendedora será sólo un susurro. Los estudios han demostrado que desayunar no sólo mejora la memoria y los niveles de concentración, sino que también mejora el estado de ánimo y reduce el nivel de estrés.

3. Tener comida saludable siempre cerca.

Para combatir los ataques repentinos de hambre, debemos tener en el cajón del escritorio snacks saludables, bajos en calorías y nutritivos, tales como barras de proteína, pequeñas porciones de mezcla de frutos secos o nueces, un huevo duro o una zanahoria por ejemplo.

Si tenemos nevera, tratemos de tener siempre a mano yogur natural sin azúcar, verduras y frutas frescas.

Es importante mantener la comida fuera de la vista o nos sentiremos tentados a comerla por mera gula o ansiedad.

Algunos ejemplos de buenas opciones de sancks son: avena y arándanos, yogur griego y fresas, zanahorias y hummus yo suelo hacerlo en casa para toda la semana con una receta, o mantequilla de maní y manzana.

4. Mantenerse hidratado.

Durante el día debes beber al menos 1 litro de agua, siempre que consumamos frutas y verduras sino aumentar a un litro y medio. Comience el día en la oficina con una botella grande de agua y haga un esfuerzo para terminarlo al final del día. El agua te ayuda a pensar y a concentrarte mejor.

5. Preparar las comidas la noche anterior.

La mejor manera de controlar lo que comes es simple, debes COCINAR. Hacer porciones más grandes para que pueda usar las sobras al día siguiente o pasar un poco más de tiempo en la noche cocinando una comida sencilla para la oficina.

También puedes preparar comidas y bocadillos y luego guardarlos en el refrigerador o congelador. Invertir algo de dinero en una práctica lonchera, posiblemente con diferentes compartimentos para comida, condimentos, etc. De esta manera tu comida no se mezclará y se mantendrá fresca hasta la hora del almuerzo.

6. Planificar con anticipación.

Una buena manera de controlar lo que comemos es hacer un plan de comidas semanal. De esta manera podemos asegurarnos de incluir muchas verduras y frutas en la dieta, ya estemos en casa o en la oficina.

Hacer un plan de comidas nos ahorra mucho tiempo y dinero. Buscar opciones en internet o simplemente inventar tus propias recetas saludables, combinando lo que más te gusta.

7. Domina el “No, gracias”.

Siempre hay un compañero de trabajo que es un demonio tentador. Él es el que viene y te dice que abrió un nuevo restaurante chino en la esquina y aún no lo hemos probado”, o “Me apetece mucho una buena hamburguesa hoy, ¡vamos sólo una vez! Y aquí es cuando debemos practicar el “No, gracias”una y otra vez.

Y nada de una vez no pasa nada ya que los una vez son muchos desde el trozo de pastel de cumpleaños/promoción/bebé/nuevo coche/retiro del colega, o la celebración de un contrato.

8. No almuerces delante de tu escritorio.

Uno de los mayores errores cuando se trabaja en una oficina es almorzar en el escritorio. El comer en nuestro escritorio no nos permite desconectar y disfrutar de la comida.

Permanecer frente al pc significa que nunca te tomas un descanso. Cada vez que suena el teléfono o que tienes un nuevo correo electrónico en tu bandeja de entrada, tienes la tendencia a dejar de hacer lo que sea que estés haciendo y simplemente coger el teléfono o leer ese correo electrónico.

Sal si es posible trata de buscar un sitio al aire libre un parque  para disfrutar de tu comida.! Tome su almuerzo, salga de la oficina y disfrute de un paseo al aire libre. Volverás refrescado y más productivo.

9. Mantente en movimiento.

El trabajo sedentario puede ser duro y no es un buen aliado para un estilo de vida saludable. Pero a no ser que nos mudemos al campo o dejemos todo para abrir un chiringuito de playo es la realidad de muchos los que leen este artículo.

Igualmente podemos seguir estando activos y en movimiento en nuestro lugar de trabajo: por ejemplo, podemos usar las escaleras en lugar del ascensor para ir de un piso al otro o salir del transporte público una o dos paradas antes de nuestro destino.

10. Ejercicio.

La actividad física regular es esencial para un estilo de vida saludable, especialmente para quien trabaja en una oficina. El ejercicio regular puede ayudar a mantener los niveles de estrés bajos y los niveles de confianza altos.

Si nos gustan los gimnasios podemos buscar uno cerca del trabajo e ir luego de la jornada, para quitar todo el estrés, también es buena idea ir con un colega del curro. Tener un compañero de gimnasio en el trabajo también te ayudará con tus hábitos de nutrición: puedes compartir experiencias, intercambiar recetas y posiblemente inspirar a otros colegas a seguir tu ejemplo.

Fuente: ecocosas.com

Alimentos y Vitaminas

Las vitaminas: ¿En qué alimentos puedes encontrarlas?

Descubre los alimentos que tienen más vitaminas para toda la familia

Las vitaminas son fundamentales para el desarrollo de los pequeños, sobre todo durante los primeros años de vida. La vitamina A, por ejemplo, contribuye al crecimiento de los huesos, a la vez que es fundamental para la salud visual y para fortalecer el sistema inmunitario, mientras que la vitamina D ayuda a mantener los dientes saludables y favorece el depósito de minerales en los huesos. Asimismo, la vitamina C resulta esencial para una buena visión, pero también se encarga de reforzar las defensas del organismo y mantiene sanos los dientes y los huesos.

La vitamina E también es vital para el desarrollo infantil: contribuye al adecuado funcionamiento del cerebro y los nervios, a la vez que ayuda a mantener la piel sana y favorece el proceso de cicatrización. A su vez, la vitamina K resulta esencial para la coagulación de la sangre, a la vez que interviene en el crecimiento de los huesos, mientras que las vitaminas del grupo B estimulan el desarrollo del sistema nervioso, mejoran las defensas del cuerpo, intervienen en la síntesis de glóbulos rojos y garantizan una buena salud cerebral.

Lo mejor es que las vitaminas pueden encontrarse de forma natural en los alimentos que los niños consumen a diario, por lo que solo basta apostar por una dieta equilibrada y saludable para que puedan aprovechar al máximo sus beneficios.

Los alimentos en los que puedes encontrar cada vitamina

1. Vitamina A

Esta vitamina puedes encontrarla en alimentos como la leche y sus derivados, así como en vegetales como la espinaca, la col, el repollo, el brócoli, la coliflor, el tomate y la lechuga. Asimismo, está presente en la calabaza, el maíz, la zanahoria, la batata dulce y la remolacha. El melón, el durazno y el mango también aportan vitamina A, al igual que el hígado y la yema de huevo.

2. Vitamina B1

Se trata de una vitamina que se encuentra en todos los vegetales de hoja verde, pero sobre todo, en los granos integrales y sus derivados. También la puedes hallar en las legumbres, los cereales, las alubias, el hígado, la levadura y la carne de cerdo. Algunos tipos de pescados, como el atún, la lubina, el lenguado y las sardinas, y algunos mariscos, como la langosta, las ostras y el bogavante, también aportan vitamina B1.

3. Vitamina B2

La vitamina B2 o riboflavina la puedes encontrar en la leche y sus derivados, así como en las carnes de ternera, cordero y cerdo, y en algunos tipos de pescados. El hígado y las vísceras de los animales son una fuente excelente de vitamina B2. No obstante, también la puedes hallar en los cereales integrales, los hongos y en vegetales como las espinacas, los espárragos y los aguacates.

4. Vitamina B3

Esta vitamina, también conocida como niacina, se encuentra fundamentalmente en los alimentos de origen animal como el hígado de cordero, la carne de ternera y de pollo, y el beicon. También la puedes hallar en algunos tipos de pescados, como las anchoas, el atún, la caballa, el pez espada y el esturión. Los vegetales de hojas verdes oscuras, los brotes, los granos integrales y la leche y sus derivados también son una gran fuente de vitamina B3.

5. Vitamina B6

El salvado de trigo y arroz son los alimentos con más alto contenido de vitamina B6. Pero también se encuentra en los alimentos integrales como el pan integral y el arroz integral, así como en especias como el chile, el ajo, la albahaca, el cebollino, la cebolla, la hierbabuena, el laurel, la cúrcuma, el romero, el eneldo, el orégano y la mejorana. Las semillas de girasol y de sésamo, los pistachos, las nueces, las avellanas y la melaza, así como los garbanzos, el tomate, la lima, los plátanos y los aguacates también contienen vitamina B6.

vitaminas alimentos donde encontrarlas

6. Vitamina B12

Algunos de los alimentos más ricos en vitamina B12 son los mariscos, como las almejas, los mejillones, las ostras, el cangrejo y la langosta, pero también se encuentra en grandes cantidades en el hígado de cordero, ternera, alce, pavo, pato y ganso, y en la carne de vacuno y cordero. Las huevas de pescado, el caviar, el pulpo y pescados como los arenques, el atún, el salmón, el bacalao, las truchas, las sardinas y el pescado azul también contienen mucha vitamina B12. Los huevos de gallina, la leche y el queso también son ricos en esta vitamina.

7. Vitamina C

Los cítricos, como la naranja, la toronja, el limón y la lima, son la mayor fuente de vitamina C. No obstante, también se encuentra en otras frutas como la piña, los arándanos, el kiwi y las fresas, y en vegetales como el brócoli, la coliflor, el pimiento, el perejil, el hinojo y la col de Bruselas, así como en el tomate y la batata.

8. Vitamina D

El salmón, el atún, la sardina, los aceites de pescado y la yema de huevo son los alimentos por excelencia más ricos en el precursor de la vitamina D, el cual también se encuentra en algunas frutas, como los plátanos, y en el hígado de bacalao. Lo que sucede es que nuestro organismo no es capaz de absorber la vitamina D por sí solo, sino que necesita exponerse a los rayos del sol para transformar ese precursor en vitamina D.

9. Vitamina E

Se encuentra sobre todo en el germen de trigo y en los cereales. Sin embargo, también puedes encontrar vitamina E en los frutos secos, los aceites vegetales, las verduras de hojas verdes como la acelga, el brócoli, el perejil, la lechuga o el nabo y en las yemas de huevo. Las legumbres, las carnes magras y los lácteos también contienen un poco de esta vitamina.

10. Vitamina K

Los cereales integrales, el tomate y los vegetales de hojas verdes, como la lechuga crespa, la col, la espinaca, la coliflor y el nabo, son los alimentos que mayor contenido de vitamina K tienen. No obstante, también está presente en el hígado de cerdo, el tomate, las castañas y el aceite de soya. Además, puedes encontrarla en el pescado, la carne roja, los huevos y en frutas como el kiwi y el plátano.

Tabla de vitaminas con sus alimentos para imprimir

Tabla de vitaminas y alimentos que las contienen

Tabla de vitaminas y alimentos que las contienen

Fuente: etapainfantil.com

Alimentos recomendados para ti

Hay alimentos que aportan muchos de los nutrientes y energía que tu cuerpo necesita. Inclúyelos de manera más frecuente en tu alimentación y saborea todos sus beneficios.

Mucho se habla de lo que no debes comer y poco de lo que deberías, esta lista pasará por 7 alimentos de los que podrías beneficiarte si incluyes frecuentemente en tu alimentación.

Pero antes, date un segundo y piensa en algunos alimentos que creas estarán en la lista. Veamos si tus ideas son similares a las mías

1. Huevos

Aportadores de proteína completa, vitaminas y colina.  Discriminados injustamente por años debido a su contenido de colesterol.  ¡No se te ocurra dejar la yema! Es la porción más alta en nutrientes.

2. Kefir o “yogur de pajaritos”

Si no lo has escuchado, te cuento que es leche fermentada naturalmente. Usando preferentemente leche entera y colonias de bacterias que usualmente son llamadas “pajaritos”. La fermentación baja la carga de lactosa, lo que lo hace tolerable para quienes tienen intolerancias leves y moderadas y aporta billones de bacterias probióticas que interactuarán con tu flora intestinal.

3. Nueces y almendras

Altas en fibra y ácidos grasos esenciales. En porciones definidas su consumo recurrente esta asociado con mejoras en el perfil lipídico y la composición corporal (perdida de grasa en el tronco) en adultos. Consumir grasa no es sinónimo de acumular grasa.

4. Aceite de oliva extra virgen (AOEV)

 Alto en antioxidantes y vitamina E. Es  un aceite poco procesado y no expuesto a calor, lo que mantiene su capacidad antioxidante intacta. Una cucharadita sobre vegetales contribuirá a un mejor aprovechamiento de las vitaminas de estos.

5. Hojas verdes

¡Vivan los pastos! Lechuga, rúcula, berros, repollo, espinaca, las que quieras. Las hojas aportan fibra y micronutrientes. Sin aportar energía.

6. Palta (aguacate)

Para lo que sea, su versatilidad esta a otro nivel. Alta en fibra y grasas buenas, es un gran aporte a panes, ensaladas y postres. Aportando textura y sabor.

7. Jurel

Muy discriminado por ser económico, es un pescado muy versátil y lleno de nutrientes. Alto en omega 3, proteínas, hierro y calcio (cómete las espinas de los enlatados, no pasa nada). El jurel es un pez pequeño de vida relativamente corta, por lo que acumula pocos metales pesados como el mercurio. Prefiere jureles del hemisferio Sur, para un menor aporte de contaminantes.

No está de más destacar que ningún alimento por si mismo hace una alimentación saludable. La magia está en el conjunto.

Fuente: sabordelobueno.com