RUTA POR EL CAÑÓN DEL RÍO LOBOS, UN ENCLAVE ÚNICO Y SINGULAR
Nos vamos de senderismo por el Parque Natural del Cañón del Río Lobos, un lugar de extraordinaria belleza a caballo entre Soria y Burgos
Una de las principales ventajas de pertenecer a la blogosfera viajera es descubrir rincones increíbles de nuestro planeta. Cierto es que la mayor parte de las veces te topas con lugares de los que ya habías oído hablar anteriormente, sin embargo, alguna que otra vez, te sorprendes con la imagen de un lugar realmente especial, rincones que están más cerca de lo que cabría imaginar.
Ese fue el caso del Parque Natural del Cañón del Río Lobos, un espectacular paraje de Soria que conocimos gracias a @quiquealien (una pena que la cuenta ya no siga activa…).
El Parque Natural del Cañón del Río Lobos es un espectacular cañón de enormes paredes verticales de piedra caliza formado por la paciente e intensa erosión del Río Lobos.
Un espacio natural a caballo entre Soria y Burgos que ofrece un atractivo conjunto de rutas de senderismo para el regocijo de dos amantes de la naturaleza como nosotras. 🙂
Nos adentramos en el Cañón del Río Lobos
De entre la multitud de opciones que existen para disfrutar del entorno del cañón, la de mayor belleza y atractivo es la conocida como Senda del Río ó PRSOBU65. La Senda del Río es una ruta de senderismo de 24 km de longitud que une la soriana localidad de Ucero con el burgalés municipio de Hontoria del Pinar.
Comenzamos en la Casa del Parque…
Aunque ya nos habíamos informado previamente, el Centro de Interpretación ó Casa del Parque – apenas a 1 km de Ucero, nos daran más detalles de la ruta.
Este punto de información, pionero en Castilla y León, está situado en un antiguo molino tradicional de Ucero y alberga una exposición del patrimonio cultural y natural del Parque Natural (se puede acceder con el ticket del aparcamiento).
Comenzando la ruta desde Ucero, hay 3 parkings disponibles. Para las distancias hemos tomado como referencia la ermita de San Bartolomé, uno de los principales puntos de interés de la senda.
- Parking Engómez (P1). Es gratuito y dista 3’3 km de la ermita.
- Parking Cueva Fría (P2). Es de pago y dista 2’3 km (aprox.) de la ermita.
- Parking Valdecea (P3). Es de pago y dista 1 km de la ermita. Es el más amplio de todos y es la opción que eligen la mayoría de turistas, máxime si van con niños…
En cuanto a los precios: 2 € las motos, 4 € los turismos, 5 € las autocaravanas y 10 € los autobuses.
Cierto es que puede resultar tentador pagar por acceder con el coche hasta el P3, pero creerme cuando os digo que no es en absoluto necesario, los 2’3 km que distan el P1 del P3 transcurren por un tramo de carretera asfaltado y llano que no supone ningún esfuerzo, tardamos poco más de media hora y porque nos entretuvimos haciendo fotos…
Además, de esta forma, se disfruta mucho más de los paisajes que ofrece el Parque Natural. 🙂
Dejamos el asfalto y nos adentramos en el bosque…
El tramo desde el aparcamiento de Valdecea (P3) hasta la ermita es de tan sólo 1 km y transcurre entre las sombras de una zona boscosa donde chopos, pinos y sabinas conviven en armonía con enebros, salvias y nenúfares.
Un agradable y cómodo recorrido al que a veces se asomaba el cauce del Río Lobos .
Llegamos a la ermita…
El camino entre árboles finalizó dando paso a un amplio espacio abierto que presidía la popular Ermita de San Bartolomé.
Todo un símbolo religioso del S. XIII que en su día parece que formó parte del Monasterio Templario de San Juan de Otero, aunque no está del todo demostrado.
Teníamos pensado entrar (1€), Según se dice en la página oficial de turismo de Soria, el interior de la ermita alberga la cruz templaria y la estrella de Sión, constatando, por si había alguna duda, su pertenencia a la Orden de los Caballeros del Temple.
Desde la parte frontal de la ermita se puede acceder a la zona del cañón denominada “El Balconcillo”, un área que en la Edad del Bronce servía de campamento estacional a los grupos de cazadores y ganaderos que practicaban no sólo la agricultura sino también la recolección.
Hoy día, El Balconcillo hace las veces de excelente mirador del Parque Natural, obteniéndose unas impresionantes y vertiginosas panorámicas del Cañón del Río Lobos.
Y de las alturas, nos vamos a las profundidades… Además de la ermita, en este mismo espacio abierto, el Cañón del Río Lobos esconde otro importante tesoro, las Cuevas de San Bartolomé. Dos cavidades subterráneas de diferente tamaño y muy próximas entre sí – Cueva Mayor y Cueva Menor – que conservan trazados rupestres de la Edad de Bronce.
Último tramo del camino…
Las recomendaciones no podían ser más acertadas. Las paredes del cañón nos presentaban sus caras más peculiares y singulares, proporcionándonos verdadero juego a la imaginación…
Uno de los que más curiosidad nos despertó fue El Colmenar de los Frailes, un lugar donde los frailes de antaño recolectaban la miel en colmenas de la comunidad templaria, unos recipientes fabricados con los troncos huecos de los árboles y que se alineaban en los resaltes rocosos del cañón.
Y así, entre repetidas miradas al cielo e interesantes sorpresas, llegamos al final de nuestra ruta. El abundante caudal del Río Lobos cruzaba el camino y resultaba imposible avanzar.
Como apunte, al Puente de los 7 ojos también se puede ir con el coche desde el cercano municipio de San Leonardo de Yagüe
Fuente: lagranescapada.com