Bajar la fiebre

Remedios para bajar la fiebre sin necesidad de medicamentos

En la mayoría de los casos, la fiebre mejora sin necesidad de medicamentos. ¿Qué puede ayudar a su control? Aquí algunos remedios y recomendaciones.
Remedios para bajar la fiebre sin necesidad de medicamentos

Existen algunos remedios que permiten bajar la fiebre sin necesidad de medicamentos. Si bien este síntoma es un mecanismo de defensa que se activa cuando el sistema inmunitario detecta una amenaza, supone un aumento de temperatura corporal que trae consigo malestar y sensación de debilidad que conviene mejorar.

Ciertamente, los medicamentos antipiréticos suelen ser muy efectivos, pero no son la única opción disponible. Hay medidas básicas que se pueden aplicar en el hogar y están al alcance de todos, representando una alternativa más natural y que puede ser de utilidad en personas que ya estén consumiendo otros fármacos y no quieran excederse.

¿Cuándo se considera que hay fiebre?

Bajar fiebre sin usar fármacos
Aunque los episodios febriles suelen generar angustia y miedo, la mayor parte del tiempo se pueden controlar con relativa facilidad.

Si bien pueden haber ligeras variaciones dependiendo de la literatura, en general se considera que un episodio febril es todo aquel que curse con temperatura mayor o igual a 38.3 °C. Entre este valor y 37 °C se habla de febrícula, un estado que podría evolucionar a fiebre.

A menudo, esta indica que el cuerpo está tratando de combatir agentes infecciosos. Sin embargo, también puede obedecer a golpes de calor, enfermedades metabólicas y al impacto de ciertos medicamentos. De ser así, ya no se habla de fiebre sino de hipertermia.

Por sí sola, la fiebre no es una enfermedad, sino un síntoma. Debido a esto, y como lo expone la Clínica Mayo, se acompaña con manifestaciones clínicas como los siguientes:

  • Sudoración.
  • Escalofríos y temblores.
  • Dolor de cabeza.
  • Dolores musculares.
  • Pérdida del apetito.
  • Irritabilidad.
  • Deshidratación.
  • Debilidad general.

El cuerpo es capaz de tolerar las fiebres que oscilan entre 38 y 39 ºC. En estos niveles suele mejorar sin necesidad de medicamentos. De hecho, debido a su papel defensivo, en algunos casos podría ser conveniente no bajarla, pero depende mucho del malestar de cada persona.

Casi siempre disminuye cuando se trata la infección o la enfermedad que la está provocando. Para ello es importante contar con una valoración médica, en especial si se padece alguna enfermedad, los síntomas son intensos (en especial si excede los 39 ºC) o tienen mucho tiempo de evolución.

Las formas más eficaces de bajar la fiebre o mejorar los síntomas sin medicamentos

Existe una serie de medidas caseras que pueden servir para aliviar muchos casos de fiebre. Para ello solo necesitarás elementos básicos con los que muy probablemente ya cuentas en el hogar.

1. Aplicarse compresas húmedas

La aplicación de compresas húmedas es una de las estrategias más populares para bajar la fiebre. Sin embargo, tal y como lo expone un artículo divulgado en National Center for Biotechnology Information , este remedio en sí no baja la fiebre. Podría ayudar a refrescar el cuerpo ante una subida de temperatura, lo que puede resultar cómodo para afrontar mejor los síntomas.

¿Cómo hacerlo?

Las compresas no deben ser heladas dado que pueden empeorar el escalofrío. Lo ideal es que estén a temperatura ambiente. Incluso, si ya hay escalofríos, funcionan las compresas tibias.

Estas se colocan en zonas como la cabeza, las axilas, la ingle y los pies. ¡Y ojo! Se deben hacer solo con agua. Un antiguo remedio sugería la aplicación de compresas con alcohol, pero esto es un error. El alcohol aplicado de forma directa sobre la piel puede ser irritante, sobre todo en pieles sensibles.

2. Tomar una ducha tibia y desabrigarse

La función de la ducha con agua tibia es similar a la de las compresas. En algunas personas es útil para reducir el malestar y disminuir la temperatura corporal. Por lo general, es una medida implementada en casos de fiebre alta mientras se acude al médico.

Ahora bien, es fundamental que el agua esté tibia, ya que la fría puede derivar un shock térmico. Entre tanto, la caliente resulta sofocante y contraproducente. El baño puede extenderse entre 20 y 30 minutos. No obstante, si deriva más escalofríos, debe suspenderse.

También es importante no arroparse demasiado a pesar de que pueda sentirse frío. Esto solo empeorará la elevación de la temperatura y, al cabo de algunas horas, agravará el malestar. Por lo general, llevar ropa ligera y cubrirse con una manta suele ser suficiente.

3. Guardar reposo

Pese a ser un síntoma alarmante, la fiebre tiende a desaparecer por sí sola sin medicamentos o tratamientos específicos. De hecho, guardar reposo es la mejor opción para obtener alivio, pues permite que la fiebre cumpla su papel defensivo sin más.

Así pues, resulta conveniente suspender las actividades cotidianas, sobre todo si implican un esfuerzo físico importante. En el caso de los niños, estos deben suspender actividades escolares y recreativas.

Hombre con fiebre
El reposo es uno de los mejores remedios para bajar la fiebre sin medicamentos.

4. Beber líquidos saludables

El consumo de agua y líquidos saludables es una medida relevante para afrontar los episodios de fiebre. ¿El motivo? El aumento de la temperatura corporal puede derivar deshidratación o pérdida de fluidos. A través de la Clínica Mayo se sugieren bebidas como las siguientes:

  • Agua.
  • Jugos.
  • Caldos.
  • Soluciones de rehidratación oral.

5. Tomar platos ligeros

No es conveniente ingerir comidas irritantes cuando se presenta este síntoma. Las cremas de verduras y caldos resultan idóneos para calmar el hambre mientras se completa el proceso de recuperación. Además de saciar el apetito, también contribuyen con la hidratación.

De todos modos, conviene revisar los hábitos alimentarios y asegurar una ingesta óptima de nutrientes esenciales. Como lo explica una investigación compartida en la revistaNutrients, la nutrición adecuada es determinante para que el sistema inmunitario funcione de forma correcta.

Así pues, asegúrate de incluir alimentos como los siguientes:

  • Frutas y vegetales.
  • Pollo y pescados.
  • Frutos secos y semillas.
  • Legumbres.
  • Cereales integrales.

Infusiones para bajar la fiebre sin medicamentos

Es importante mencionar que las sustancias más adecuadas para bajar la fiebre siempre serán los medicamentos. Existen algunos remedios naturales (como los que te mencionaremos a continuación) que podrían ayudar a mejorar los síntomas, pero no son el tratamiento de elección.

Además, muchos de estos cuentan con evidencia que sugiere que podrían disminuir la fiebre de forma indirecta. Por ejemplo, el caso de infusiones de ingredientes con abundante vitamina C que, en teoría, es necesaria para fortalecer el sistema inmunitario. Esto suele tener una efectividad anecdótica y no es aplicable a todos los casos.

En definitiva, no dejes de consumir los medicamentos que te prescribió el médico si así fue el caso, además de evitar mezclarlos con estas infusiones. Recuerda que las interacciones farmacológicas podrían generar efectos adversos importantes. Puedes acudir a estos remedios de forma ocasional y con la autorización previa de tu especialista.

1. Infusión de tomillo y manzanilla

La bebida de tomillo y manzanilla podría ser útil para ayudar al organismo a combatir la causa de la fiebre cuando tiene un origen infeccioso. Tal y como lo expone una revisión compartida en Critical Reviews in Food Science and Nutrition, el tomillo tiene potencial como antimicrobiano, antiséptico y antiinflamatorio.

Por su parte, a la manzanilla se le atribuyen tiene propiedades inmunomoduladoras que se relacionan de forma positiva con el alivio de las infecciones vinculadas al resfriado. Además de sus posibles efectos, la infusión contribuye a sobreponer los líquidos que se pierden a causa de la sudoración.

Ingredientes

  • 1/2 cucharada de tomillo (3 gramos).
  • 1/2 cucharada de manzanilla (3 gramos).
  • 1 taza de agua (250 mililitros).

Preparación

  • Primero, pon la media cucharada de tomillo y de manzanilla en un cazo con agua hirviendo.
  • Apaga el fuego y deja reposar durante 10 minutos.
  • Tras esto, cuela la infusión.
  • Consume hasta 2 tazas al día.
Té de manzanilla
La bebida de tomillo y manzanilla es ideal para bajar el malestar causado por la fiebre.

 

2. Infusión de cáscaras de naranja

La infusión de cáscara de naranja le proporciona al organismo una cantidad importante de vitamina C, un nutriente que fortalece las defensas. De hecho, según información de U.S. Food Data Central, solo 1 cucharada (6 gramos) de cáscara de naranja proporciona el 14 % del valor diario sugerido de vitamina C, casi 3 veces más que la fruta interior.

Respecto a esto, un metaanálisis compartido en BioMed Research International evaluó varios estudios en los que se administró una dosis extra de vitamina C en pacientes con síntomas gripales. Los resultados apuntaron a que esta suplementación redujo la duración de los síntomas, el tiempo dentro de permanencia en el hogar mientras mejoraban los síntomas y algunos síntomas asociados, como el dolor de pecho.

Ingredientes

  • Cáscara de una naranja.
  • 1 cucharada de miel (15 gramos).
  • 1 taza de agua (250 mililitros).

Preparación

  • Primero, pica la cáscara de la naranja y ponla a hervir en una taza de agua.
  • Ahora, deja reposar la bebida de 10 a 15 minutos.
  • Cuela la infusión y agrega una cucharada de miel para endulzar.
  • Consume hasta 2 tazas al día.

3. Infusión de milenrama

Como lo recopila una revisión compartida en Current Pharmaceutical Design, la milenrama se ha utilizado en la medicina tradicional como coadyuvante contra la fiebre. Los autores explican que si bien sus componentes tienen efectos antiinflamatorios y antioxidantes, los ensayos en humanos para valorar su eficacia como tratamiento son escasos. Por tanto, su efectividad es anecdótica.

Ingredientes

  • 1 cucharadita de milenrama seca (2 gramos).
  • 1 taza de agua (250 mililitros).

Preparación

  • Pon a hervir una taza de agua y agrega la planta seca.
  • Después, deja infusionar y cuela la bebida.
  • Una vez repose, consúmela.
  • Toma 2 o 3 tazas al día.

4. Infusión de bayas de sauco

El sauco es un remedio tradicional contra la fiebre y otros síntomas propios de los procesos gripales. Como lo indica un estudio publicado en BMC Complementary Medicine and Therapies, el extracto de esta planta en condiciones in vitro podría ayudar a prevenir el crecimiento de ciertos tipos de bacterias estreptocócicas y virus de la influenza (gripe).

Los resultados en humanos no necesariamente tienen que ser similares, por lo que son necesarios más estudios al respecto.

Ingredientes

  • 1 cucharadita de bayas de sauco (2 gramos).
  • 1 taza de agua (250 mililitros).

Preparación

  • Vierte las bayas de sauco en una taza de agua hirviendo.
  • Deja cocinar un par de minutos, retira del fuego y deja reposar.
  • Cuela la bebida y consúmela.
  • Toma 2 tazas al día.

5. Infusión de hinojo

A través de un estudio divulgado en BioMed Research International se destaca que el hinojo es un remedio étnico ampliamente utilizado en problemas infecciosos de origen bacteriano, fúngico, viral y micobacteriano. A pesar de estos usos (basados en su actividad antimicrobiana en medios in vitro), son necesarios ensayos clínicos en humanos para valorar su efectividad en la fiebre.

Ingredientes

  • 1 taza de agua (250 mililitros).
  • 2 cucharaditas de hinojo (4 gramos).
  • 1 cucharada de miel (15 gramos).

Preparación

  • Primero, deja hervir el agua y añade las 2 cucharaditas de hinojo.
  • Pon el fuego en bajo y deja la mezcla unos 3 minutos más.
  • Pasado este tiempo, apaga el fuego y espera que repose durante 15 minutos.
  • Endulza con miel (opcional).
  • Toma hasta 2 tazas al día.

Consejos para el consumo seguro de los remedios para bajar la fiebre

Los remedios para bajar la fiebre y el malestar suelen ser seguros para la mayoría de las personas. Sin embargo, el hecho de ser naturales no los exonera de causar efectos secundarios, sobre todo en quienes tienen alguna condición especial. Por ello, es mejor evitar su ingesta en los siguientes casos:

  • Embarazo y lactancia.
  • Enfermedades crónicas prediagnosticadas (cáncer, insuficiencia renal o hepática, enfermedades cardiovasculares, etcétera).
  • Tratamientos con medicamentos. Cualquier tipo de fármaco podría causar interacciones: antidiabéticos, antihipertensivos, anticoagulantes o inclusive antipiréticos (los usados para calmar la fiebre, incluyendo el paracetamol).
  • Cirugías próximas.

Todos estos casos deben consultarse primero con el médico. Él será la persona encargada de autorizar o no su consumo.

¿Qué hay que evitar en caso de fiebre?

Algunas acciones pueden empeorar los episodios de fiebre. Por ello, conviene evitarlas. Esto abarca lo siguiente:

  • Abrigarse demasiado, incluso si hay escalofríos.
  • Usar ropa de cama muy calurosa.
  • Estar bajo temperaturas muy altas o usar el aire acondicionado.
  • Consumir antibióticos sin receta médica (aplica también con otros medicamentos).
  • Hacer actividad física extenuante.

¿Cuándo consultar al médico?

Dada la connotación negativa que ha tenido la fiebre a lo largo de la historia, muchos consideran que es motivo de consulta médica. Sin embargo, como hemos comentado, se trata de un mecanismo de defensa natural del cuerpo que, en la mayoría de los casos, mejora por sí mismo sin necesidad de medicamentos.

La consulta con el profesional debe reservarse solo para aquellos casos de fiebre demasiado alta (39 ºC o más) o persistente. También si la fiebre se da simultáneamente con otros síntomas como los siguientes:

  • Erupciones cutáneas.
  • Rigidez en el cuello.
  • Deshidratación.
  • Convulsiones.
  • Sensibilidad a la luz.
  • Mareos.
  • Inapetencia.

Sumado a lo anterior, la consulta es esencial si ya existe una enfermedad prediagnosticada, como por ejemplo la diabetes, la hipertensión, el cáncer, entre otras. De ser así, el médico debe evaluar si el origen del episodio febril es una complicación de la enfermedad.

Es posible bajar la fiebre sin medicamentos

En definitiva, casi siempre se puede bajar la fiebre sin medicamentos y solo con medidas de autocuidado. Algunos remedios naturales resultan útiles contra el malestar, aunque se requieren más evidencias. De todos modos, conviene asegurar la hidratación y una buena alimentación para reforzar las defensas.

 

Fuente: mejorconsalud.as.com

Cómo y porque del hipo

Cómo quitar el hipo y por qué se produce

El hipo suele resultar muy molesto, sobre todo si se produce en público. ¿Cómo quitar el hipo? te damos algunos remedios caseros para combatirlo.

El hipo es una contracción que se produce involuntariamente en el músculo del diafragma de forma brusca, llegando a afectar a nuestras cuerdas vocales, que nos obligan a emitir el típico sonido que caracteriza al hipo: hip, hip.

Si no se trata de un problema crónico el hipo durará unos minutos y todo volverá a la normalidad, pero en ocasiones la molestia que nos provoca tanto a nivel físico como social (por ejemplo si nos da hipo estando en una reunión), hace que queramos liberarnos del hipo lo antes posible. Por fortuna existen métodos para acabar con el hipo, que, aunque no funcionan al 100% en todos los casos, ayudarán muy probablemente a que deje de molestarte.

Causas que suelen provocar hipo

El hipo se produce debido a que nuestro diafragma, que es un músculo que separa el abdomen del pecho, se contrae con un movimiento involuntario, lo que hace que haya unos pequeños espasmos que a su vez provocan el cierre de las cuerdas vocales alterando nuestra respiración y dejando que se libere el típico sonido que se asocia a tener hipo.

Estas contracciones del diafragma se suelen producir por varias causas:

  • Tomar alimentos picantes.
  • Comer rápido.
  • Consumir bebidas con alcohol.
  • Consumir bebidas con gas.
  • Cambios de temperatura bruscos.
  • Comer abundantemente.
  • Estar sometidos a una situación de estrés o que nos provoquen muchos nervios.
  • Algunas enfermedades como la pleuresía o la neumonía.
  • Tener irritada la garganta o el estómago.
  • Inflamaciones respiratorias.

Normalmente el hipo dura unos minutos y desaparece, este hipo es el que se conoce como hipo agudo y no tiene consecuencias graves. No obstante, hay casos en los que el hipo llega a durar días o incluso meses, esto se conoce como hipo persistente. En los casos del hipo persistente, una visita al médico de cabecera nos dará la solución, normalmente nos recetarán algún fármaco como clorpromazina o metoclopramida.

Cómo prevenir el hipo

Ahora que conocemos qué causas provocan el hipo, prevenirlo puede resultarnos mucho más sencillo. Sigue estos consejos:

  • Evita el consumo de alimentos picantes.
  • Evita consumir en exceso bebidas alcohólicas o con gas.
  • Come despacio.
  • No comas en exceso.

Cómo quitar el hipo

En el caso de que tengamos hipo agudo, es decir, el hipo que desaparece a los pocos minutos, podemos encontrar un montón de métodos para quitar el hipo, algunos de esos métodos no tienen ninguna base científica, por lo que hemos decidido no incluirlos, pero otros aunque puedan parecer métodos que actúan por arte de magia, sí que tienen una explicación a nivel biológica y por este motivo sí los hemos incluido.

Conseguir aumentar el dióxido de carbono de nuestra sangre. Para lograr esto bastaría utilizar una bolsa para respirar en ella o simplemente hiperventilarnos ligeramente, también funciona recibir un buen susto de alguien que se compadezca de nosotros para ayudarnos a cambiar el ritmo de la respiración.  Con estos métodos se aumentaría el dióxido de carbono en sangre y los espasmos que se producen en nuestro diafragma se disminuirían hasta desaparecer.

El nervio vago o frenético. Si profundizamos un poco más en cómo se produce el hipo, entran en juego la estimulación del nervio vago o el nervio frenético. Para paliar el problema se puede hacer que el nervio vago envié nuevas señales de sensaciones al cerebro para que deje de prestar atención al diafragma, por ejemplo, podemos tomar una cucharada de zumo de limón o de vinagre, beber agua muy rápido o comer hielo triturado entre otras.

No se trata de métodos que funcionen en todos los casos, pero si no podemos esperar a que pasen unos minutos para liberarnos del hipo, intentar aplicarlos puede ayudarnos a hacer que desaparezca antes.

Fuente: elespanol.com

Curiosidades sobre la lengua

8 curiosidades sobre la lengua

¿Sabías que solo algunas personas la pueden doblar? ¿Y que no existen dos iguales? Te contamos estas y otras curiosidades sobre la lengua.
8 curiosidades sobre la lengua

Nos sirve para hablar, comer, masticar, identificar gustos e incluso para besar con pasión… Te contamos 8 curiosidades sobre la lengua, un órgano muy importante para nuestro cuerpo.

Es que, aunque no la tengamos presente, la lengua interviene en muchas de las actividades que realizamos todos los días. Y para esto necesita ser de cierta forma y tener características específicas. Algunas muy curiosas, por cierto.

Dada su importancia, merece cuidados que a veces pasamos por alto. Sigue leyendo y entérate estas curiosidades sobre la lengua y cómo mantenerla sana.

¿Qué es la lengua?

Antes de contarte sobre sus curiosidades, vamos a aclarar qué es la lengua. Se trata de un órgano formado por varios músculos. Es fuerte, flexible y posee una gran movilidad.

Su aspecto es de color rosado y en su cara superior tiene la particularidad de tener una apariencia aterciopelada. Está cubierta por una mucosa especial que le otorga humedad. Esta característica le permite cumplir varias de sus funciones.

Entre sus roles más importantes se destacan la masticación, la formación del bolo alimenticio, la deglución y el lenguaje. También es la responsable de la percepción del gusto, la textura y la temperatura de los alimentos. Asimismo, interviene en las defensas del organismo al poseer tejido linfático en su interior.

Sus partes se dividen en los siguientes sectores:

  • Cara superior o dorsal.
  • Cara inferior o ventral.
  • Bordes linguales.
  • Base de la lengua.
  • Punta lingual.

Sobre su superficie posee pequeñas protuberancias que son las papilas linguales. Hay 4 tipos:

  • Filiformes: son las más numerosas, responsables de la textura aterciopelada de la lengua. No captan el gusto, sino que se encargan del sentido del tacto para reconocer la textura de lo que comemos.
  • Fungiformes: tienen forma de hongo y poseen propiedades sensoriales. Captan el gusto. Se encuentran sobre todo en la porción anterior de la lengua.
  • Foliadas: se encuentran a los costados de la lengua. Se encargan de drenar la saliva y participan en la autolimpieza del órgano. Además, perciben el gusto.
  • Circunvaladas: también llamadas caliciformes, producen saliva y se ubican en forma de V sobre la base de la lengua, o sea, en el sector más posterior. También captan el gusto.

Por debajo de la lengua se encuentra el frenillo lingual. Se trata de una estructura membranosa que une el órgano con el piso de la boca, sirviendo de fijación.

Lengua de una mujer.
La lengua tiene múltiples funciones. Sin ella no podríamos comer correctamente ni hablar.

1. Cicatriza rápido

Aunque morderse la lengua sea una situación bastante habitual y muy molesta, estas lesiones suelen curarse pronto. Es que una de las curiosidades sobre la lengua es su rapidez para cicatrizar.

Las heridas, las llagas y las lesiones pequeñas sobre su superficie desaparecen en poco tiempo gracias a los tejidos que la conforman y al constante contacto con la saliva.

En general, las lastimaduras superficiales curan al cabo de unos días. Las más profundas no persisten más de 3 semanas.

Debes estar atento a lesiones en la lengua que no se cierran. Pues pueden ser un indicativo de que algo no está bien y deberías consultar con un profesional de la salud.

2. No se cansa

Una de las curiosidades sobre la lengua es que este órgano no se cansa ni fatiga. Y eso a pesar de estar en constante movimiento.

La lengua se mueve gran parte del día para comer, hablar y tragar. Y aunque no se agote, no es el musculo más fuerte del cuerpo como algunos dicen. Los músculos de la mandíbula ejercen mayor presión; los glúteos y los cuádriceps hacen más fuerza. Y el corazón es el que más trabaja.

Además, como ya adelantamos, la lengua no es un solo músculo. Está formada por 17 músculos diferentes que trabajan juntos. De la interrelación de estos filetes surge una matriz flexible, móvil y de gran resistencia.

3. Tiene más de 10 000 papilas gustativas

Las papilas gustativas son un grupo de receptores sensoriales que permiten percibir el gusto. Las mismas no se pueden observar a simple vista. Pues son de un tamaño minúsculo y se encuentran dentro de las papilas linguales.

Por lo tanto, las papilas que mencionamos al describir la lengua, que se observan como protuberancias sobre la superficie lingual, no son las gustativas. Sino que las contienen.

Una persona puede tener hasta 10 000 papilas gustativas. Las mismas se recambian cada 2 semanas, aproximadamente.

Al envejecer, algunas no se regeneran, disminuyendo su número. Personas de edad avanzada pueden llegar a tener entre 2 y 5 mil papilas gustativas en funcionamiento. Esto explica por qué los niños perciben el gusto de manera diferente a los adultos.

Debes saber que, gracias a las papilas gustativas, es posible distinguir el gusto de los alimentos, pero no su sabor. Para esto es necesario el olfato. De la combinación de gusto y olfato surge el sabor real de las comidas. Por eso, al estar resfriados, algunas comidas pueden sentirse insulsas.

Comúnmente se divide a la lengua en distintas zonas que perciben los diferentes gustos. Pero lo cierto es que todos los gustos (dulce, salado, agrio, amargo y umami) se pueden sentir en todas las partes de la lengua.

Es cierto que la mayoría de las papilas gustativas se encuentran en la lengua. Pero hay otras partes del cuerpo que también las tienen. Se han encontrado receptores gustativos en la parte posterior de la garganta, en la epiglotis, los senos paranasales y la nariz. Los bebés y los niños pequeños perciben el gusto a través de las mucosas de sus labios y mejillas.

4. Cada lengua es única

No existen dos lenguas iguales. Todos tenemos una lengua única, distinta a la de los demás. Sus surcos, algunos congénitos y otros adquiridos, hacen que existan estas diferencias.

Por lo tanto, al igual que pasa con las huellas dactilares, el aspecto de la lengua se podría usar como un elemento de identificación personal.

5. No todos la pueden doblar

El 60 % de la población es capaz de doblar de la lengua en forma de “U”. Y no se trata de práctica o destreza. Esta capacidad se debe a cuestiones genéticas.

La presencia de un gen dominante es el que permite realizar esta acción. Y otro gen es el que impide que otras personas lo logren.

6. Medidas

La medida de la lengua varía entre las personas. Se mide desde la epiglotis (cartílago en la parte posterior de la lengua) hasta su punta. En promedio, en una persona adulta tiene 8,5 cm de longitud.

Las mujeres suelen tener la lengua más corta que los hombres. La marca mundial de la lengua más larga del mundo es de 10,1 cm y pertenece a un hombre estadounidense.

7. La lengua puede engordar

Esta es otra de las curiosidades de la lengua. Existe una correlación entre el volumen de grasa de la lengua y la obesidad. Al aumentar de peso, este órgano también engorda.

Además, una lengua grande podría asociarse al trastorno de apnea obstructiva de sueño. Este padecimiento, en el que la respiración se detiene un momento al dormir, es muy común en las personas obesas.

Cuidado de la lengua.
Cuidar la lengua es parte de los hábitos de higiene bucal. Requiere atención como los dientes.

 

8. El aspecto de la lengua puede indicar problemas de salud

Una lengua saludable se ve de color rosado con pequeños bultos que sobresalen. Pero si su aspecto cambia, se hincha o duele puede ser una señal de que algo no está bien en tu cuerpo.

Si notas algo raro en tu lengua, lo ideal es acudir a tu dentista o médico para encontrar la causa del problema y buscar una pronta solución. Estos son algunos de los cambios que pueden indicar algún problema de salud:

  • Manchas blancas: pueden deberse a una candidiasis oral o a una leucoplasia, muy común en fumadores y precursora del cáncer oral. Si las manchas son lineales puede tratarse de un liquen plano oral, una afección crónica asociada al estrés y otras causas.
  • Color rojo: puede deberse a alergias o a falta de vitamina B12 o ácido fólico. También puede ser un síntoma de sufrir escarlatina o enfermedad de Kawasaki. Estos trastornos, más comunes en niños, presentan otras manifestaciones que acompañan el cuadro y deben tratarse de inmediato por un médico.
  • Lengua vellosa: es una lengua que se ve como peluda, de color marrón, negro o blanca. Las papilas linguales aumentan de longitud y se cubren de bacterias que se pigmentan. Se debe a una mala higiene dental y se asocia a personas diabéticas, que toman antibióticos o realizan quimioterapia.
  • Superficie lisa: una lengua suave y sin papilas puede indicar falta de hierro, ácido fólico o vitaminas del complejo B. También puede deberse a micosis, enfermedad celíaca o al uso de algunos medicamentos.
  • Bultos dolorosos: pueden deberse a un virus, una herida o aftas. También cáncer oral, sobre todo si dura más de dos semanas sin curar.
  • Aumento de tamaño: la lengua hinchada o macroglosia puede indicar hipotiroidismo, alguna infección, alergias o enfermedades inflamatorias.

La importancia de cuidar la lengua

Como te contamos, la lengua cumple un rol fundamental para la realización de muchas actividades importantes como comer y hablar. Para que estas funciones puedan realizarse sin inconvenientes, el cuidado de este órgano es primordial.

Limpiar la lengua cada día ayuda a mantenerla saludable. Pues sino, el acúmulo de bacterias sobre su superficie puede conducir a la instalación de varias problemáticas: mal aliento, alteraciones en el gusto, cambios en la flora normal de la boca, desarrollo de micosis o lengua saburral son ejemplos.

Estos son algunos consejos para mantener tu lengua limpia y sana:

  • Higiene oral: el cepillado de dientes, el uso de hilo dental y la limpieza de la lengua deben ser parte de la rutina diaria de higiene. Esto ayuda a eliminar bacterias y restos de alimentos de la boca.
  • Utilizar un raspador: se trata de un utensilio que permite raspar la superficie de la lengua y eliminar los residuos que allí se acumulan. Se deben realizar movimientos de atrás hacia adelante ejerciendo una ligera presión, repitiéndolos varias veces. Si no es posible conseguir este elemento se debe realizar con un cepillo.
  • Observar la lengua: sacar la lengua y controlar su aspecto y su limpieza ayuda a mejorar la higiene y controlar su salud.
  • Usar enjuagues bucales: usar un colutorio con flúor al terminar la rutina de higiene oral ayuda a proteger la boca contra la placa bacteriana y aporta un aliento fresco.
  • Visitar al dentista: las consultas semestrales al odontólogo ayudan a controlar que todo marche bien.

Incluir la limpieza de la lengua en la rutina de higiene oral es fácil y te permitirá cuidar tu salud. Además, podrás contar con este órgano para hacer las actividades de tu vida diaria sin problemas.

 

Fuente: mejorconsalud.as.com

Beneficios del mar

5 Beneficios del mar

beneficios del mar

Dicen que el mar lo cura todo, y es que tanto la brisa marina como el agua de mar, tienen múltiples beneficios. Tantos beneficios, que cuesta imaginar que una cosa tan simple y tan al alcance de todos, pueda ser tan beneficioso. Simplemente darte un baño en el agua salada o dar un paseo en la playa, puede ser suficiente. Hoy te vamos a explicar los principales 5 beneficios que te aporta el mar

1. Reduce el estrés.

En un mundo tan loco en el que vivimos, en el que todos vamos con prisas a todos los sitios, simplemente sentarnos a la orilla del mar y escuchar el sonido de las olas hace que nuestro cuerpo se relaje. Los motivos de esta sensación de bienestar son varios. Uno es el color azul. Numerosos estudios aseguran que proporciona tranquilidad y calma. Otro motivo son los iones negativos de la brisa marina. Son unas partículas que favorecen la producción de serotonina, que nos ayuda a relajarnos y favorece el estado de ánimo (además de aportar otros beneficios como favorecer la digestión, y la eliminación de toxinas) Por último el sonido del mar. También nos relaja, y nos ayuda a concentrarnos, e incluso a ser más creativos.

2. Limpia los pulmones y mejora las enfermedades respiratorias.

Tanto la cantidad como la calidad de oxígeno es mucho mayor que en cualquier otro sitio que podamos ir. Además los iones negativos mencionados anteriormente y la gran la cantidad de sales minerales que hay en el aire, hace que nuestros pulmones se limpien y se reduzcan las infecciones y las enfermedades respiratorias. Por este motivo muchos médicos aconsejan a pacientes con problemas respiratorios a vivir cerca del mar, o por lo menos pasar mucho tiempo cerca.

3. Mejora la circulación sanguínea.

Otro de los beneficios que nos aporta el mar, es que bañarse en el agua fría del mar activa todo el sistema circulatorio y por tanto el es saludable para el corazón. Además al ejercer el agua de mar una ligera presión sobre el cuerpo, se eliminan muy fácilmente el exceso de  líquidos y toxinas por el efecto drenante. Es muy beneficioso pues, para las personas que tienen retenciones de líquidos y para personas que tienen varices.

4. Ayuda en la cicatrización de la piel.

Las sales minerales y el yodo favorecen la cicatrización y la curación de todo tipo de heridas superficiales en la piel. Es el exfoliante perfecto que ayuda a cerrar los poros y mejorar notablemente el acné. Si bien en cuanto la piel no todo es perfecto. El agua del mar produce sequedad, por lo que es muy importante hidratar muy bien la piel. Además de protegerla del sol con un buen protector solar.

5. Es bueno para nuestros músculos y para las articulaciones.

Al meternos en el agua de mar, flotamos, con lo que nuestros músculos se relajan. Al mismo tiempo también se fortalecen, por estar continuamente haciendo fuerza para mantener el equilibrio. Y se fortalecen por cualquier movimiento, que al hacerlo en el agua resulta más intenso. Esto suele ayudar mucho a las personas que se están recuperando de una lesión. También ayuda en esta recuperación la composición del agua marina. Los nutrientes del agua marina penetran en nuestro cuerpo a través de la piel y fortalece también nuestros huesos y articulaciones.

Si todos estos beneficios se consiguen desde la orilla del mar simplemente paseando o dándote un bañito ¿te imaginas una semana navegando con un barco? En Navega Y Comparte te proponemos los mejores planes de navegación, para que puedas escaparte al mar siempre que tengas tiempo. Tienes planes de todo tipo. Tienes desde planes que duran solo medio día a largas travesías. Puedes disfrutar desde simples paseos a unas merecidas vacaciones (normalmente semanales). También tienes cursos náuticos, planes para participar en regatas, celebraciones especiales. Solo tienes que entrar en el buscador y ver qué plan se adapta mejor a tí, porque como has podido comprobar, el mar es salud. Así que regálate salud y navega con nosotros.

 

Fuente: navegaycomparte.com

Medir el pulso

Medir el pulso, ¿cómo se puede hacer?

Medir el pulso puede ayudar a diagnosticar patologías cardiovasculares de forma precoz. Además, es un procedimiento sencillo que puede hacerse en diferentes partes del cuerpo. ¿Cómo se hace?
Medir el pulso, ¿cómo se puede hacer?

Medir el pulso es un procedimiento muy útil que nos permite conocer el ritmo de nuestro corazón y nos orienta sobre la regularidad de su frecuencia. Se trata de una medida muy simple que nos aporta información básica sobre nuestro funcionamiento cardiovascular.

El pulso se refiere a una serie de pulsaciones que se pueden percibir en algunas partes del cuerpo. Se deben al movimiento de contracción y dilatación tanto del corazón como de las arterias.

Es sinónimo de frecuencia cardíaca y se expresa normalmente en latidos por minuto. Por ejemplo, si al medir el pulso de una persona, durante 60 segundos, contamos 70 pulsaciones, significa que el corazón late 70 veces en un minuto.

Aunque se trata de un procedimiento esencial para diagnosticar de manera rápida un posible problema cardíaco, muchas personas desconocen para qué sirve medir el pulso y cómo hacerlo. Por ello, en este artículo te lo explicamos.

¿Para qué sirve medir el pulso?

médico tomando el pulso a un paciente
Medir el pulso sirve, entre otras cosas, para detectar anormalidades en la frecuencia cardíaca.

Medir el pulso tiene multitud de utilidades, ya que informa sobre el número de latidos que realiza nuestro corazón por unidad de tiempo (normalmente, por minuto). Un pulso normal se encuentra entre 60 y 100 pulsaciones por minuto.

En primer lugar, medir el pulso nos puede ayudar a detectar una taquicardia o una bradicardia. La taquicardia es cuando el corazón late por encima de 100 latidos por minuto. La bradicardia, por el contrario, es cuando el corazón late a menos de 60 latidos por minuto.

Tanto la taquicardia como la bradicardia pueden ser indicativos de que algo no está funcionando correctamente en nuestro sistema cardiovascular. Sobrepasar alguno de esos límites puede significar cierto riesgo para nuestro corazón.

No obstante, la mayoría de las veces se trata de situaciones normales en las que el corazón adapta sus latidos para poder mantener el aporte de sangre a todos los órganos y tejidos del cuerpo.

Por ejemplo, mientras haces deporte, es absolutamente normal que tu corazón se acelere y que, al medir el pulso, encuentres una taquicardia. Incluso, el corazón puede sufrir taquicardia en situaciones de miedo, estrés o peligro.

Del mismo modo, las personas que entrenan diariamente suelen tener unas pulsaciones más bajas de la media. Algunos deportistas pueden tener las pulsaciones incluso a 40 latidos por minuto, sin que sea indicativo de ninguna patología.

 

Entonces, ¿para qué sirve?

Esto nos lleva a pensar que, en primer lugar, medir el pulso puede ser útil para comprobar nuestro estado físico y nuestros avances cuando realizamos deporte. También para saber qué límites podemos afrontar durante un entrenamiento físico.

Además, no debemos olvidar que tomar las pulsaciones puede ayudarnos a alcanzar el diagnóstico precoz de alguna patología. En algunas situaciones graves, como una disección de aorta, un procedimiento tan simple como medir el pulso puede ayudarnos a detectarlo a tiempo y salvar al paciente.

¿Cómo se aprende a medir el pulso?

¿Cómo se aprende a medir el pulso?
El pulso se puede medir en diferentes partes del cuerpo. Sin embargo, es conveniente hacerlo en el cuello, ya que es la zona donde mejor se percibe.

Para medir el pulso en condiciones normales, lo ideal es que estés tranquilo y relajado, sin haber hecho ejercicio previamente. Así podrás obtener tus pulsaciones en reposo.

Este procedimiento se puede realizar en diferentes partes del cuerpo, pero lo más normal es tomarlo en el cuello o en la muñeca. De hecho, para empezar a medir el pulso, se recomienda hacerlo en el cuello, ya que es el lugar donde mejor se percibe.

En primer lugar, necesitas un cronómetro. Puedes utilizar un reloj o tu propio móvil para hacerlo. Una vez hayas conseguido todo esto, lo que debes hacer, resumidamente, es:

  • Coloca tus dedos índice y corazón bajo la barbilla, en el cuello. Debes presionar ligeramente en esa zona, hasta notar los latidos. Pero tampoco debes hacerlo demasiado fuerte, ya que podrías confundir el resultado.
  • Una vez que lo hayas encontrado, pon en marcha tu cronómetro y comienza a contar. Puedes hacerlo durante un minuto o durante 30 segundos. Si eliges esta última opción, debes multiplicar el total de latidos que hayas contado por dos.

Como ya hemos mencionado, si el resultado está entre 60 y 100 pulsaciones en reposo, se encuentra dentro de los límites normales. Sin embargo, si los latidos se exceden o notas alguna irregularidad en el ritmo, lo ideal es que consultes a un médico cuanto antes.

En conclusión

Medir el pulso es un procedimiento muy sencillo que sirve para numerosos fines de nuestro día a día, como para entrenar. Puedes hacerlo en la muñeca, en el cuello, en el abdomen, etcétera.

 

Fuente: mejorconsalud.as.com

Piel vs Emociones

La relación entre la piel y las emociones

La piel y las emociones tienen una relación más estrecha de lo que crees. Veamos cuál es su vínculo y por qué nunca debes ignorarlo.
La relación entre la piel y las emociones

Hasta hace un par de décadas, hablar sobre la relación entre la piel y las emociones era una cuestión muy aventurada. Hoy, sin embargo, sabemos que dicha relación existe. Las investigaciones al respecto han dado como resultado el nacimiento de una nueva área de estudio: la psicodermatología.

La psicodermatología es una disciplina muy bien definida que estudia la relación entre la piel y la mente. A grandes rasgos, divide los trastornos en tres categorías: psicofisiológicos, psiquiátricos primarios y psiquiátricos secundarios. A continuación te hablamos un poco al respecto y te enseñamos por qué es importante controlar las emociones si quieres cuidar el aspecto de tu piel.

¿Cuál es la relación entre la piel y las emociones?

Antes de empezar nuestra explicación acerca de la relación entre la piel y las emociones, primero debemos aclarar las categorías que hemos expuesto al inicio. Por trastornos psicofisiológicos se entienden los problemas de la piel que empeoran o reaccionan frente a estados emocionales. La psoriasis es el mejor ejemplo (aunque no el único).

Los trastorno psiquiátricos primarios son condiciones psiquiátricas diagnosticadas que se trasladan a afecciones cutáneas; la mayoría de ellas autoinducidas. Por ejemplo, la tricotilomanía. Por último, los trastornos psiquiátricos secundarios se relacionan con episodios que desarrollan baja autoestima o fobia social. Un ejemplo de ello es el acné quístico.

En este sentido, las afecciones de la piel pueden empeorar o desarrollarse por condiciones emocionales, pero también pueden provocar alteraciones mentales como consecuencia. Es decir, la relación es bidireccional. Cuanto mayor sea el problema, mayores consecuencias físicas o psicológicas habrá.

Con base en la evidencia, te exponemos algunas condiciones que dan cuenta sobre la relación entre la piel y las emociones.

Psoriasis en la psicodermatología.
La psoriasis es la enfermedad paradigmática de la psicodermatología, pero no es la única que vincula mente y piel.

Psoriasis

Tal y como indican los investigadores, un alto porcentaje de las exacerbaciones o episodios de psoriasis se relacionan con influencias psicológicas. El estrés es la situación más importante, además de condicionar el abordaje que se elige para detener el curso de la enfermedad.

La relación entre el estrés y la psoriasis es muy paradójica, ya que este se puede desencadenar como consecuencia de padecer la enfermedad. Al hacerlo, la empeora, lo que crea un círculo vicioso difícil de detener. Los expertos están de acuerdo que la mayoría de los diagnósticos de esta afección antes de los 40 años se relacionan de manera directa con el estrés.

 

Dermatitis atópica

La dermatitis atópica es un trastorno que provoca enrojecimiento de la piel. Su relación con el estrés es algo que han demostrado diversos estudios, de modo que entre las alternativas de tratamiento se usa también la psicoterapia.

De hecho, existe evidencia contundente de que algunas técnicas de psicoterapia, como la terapia cognitivo-conductual, la biorretroalimentación y la psicoterapia dinámica breve, tienen buenos resultados en su control.

No es infrecuente que en los pacientes adultos, en especial cuando se trata de episodios extremos, se utilicen antidepresivos como complemento a la terapia principal. Esta es otra de las razones que demuestra la estrecha relación entre la piel y las emociones.

Hiperhidrosis

La hiperhidrosis es una condición en la que los pacientes experimentan sudoración excesiva. Con frecuencia se asocia al ejercicio o al aumento de la temperatura, pero los estudios y las investigaciones han demostrado que también se puede desencadenar por estrés o ansiedad.

Como es de esperar, las personas desarrollan diferentes secuelas emocionales. Fobia social y baja autoestima se cuentan entre las principales. Dado que también puede generar ansiedad, y que esta a su vez empeora la condición, se crea un círculo vicioso idéntico al que hemos expuesto con la psoriasis.

Urticaria

Otro de los mejores ejemplos de la relación entre la piel y las emociones lo encontramos en la urticaria. Más de la mitad de los episodios de este tipo no tienen una aparente explicación, de manera que algunos expertos sugieren que el estrés tiene un papel protagónico. En promedio, hasta un 50 % de los pacientes con urticaria conviven con situaciones estresantes.

Pero no solo se puede desencadenar frente a estímulos del presente. Algunas personas, al enfrentarse a recuerdos o estímulos que le evoquen un abuso o una situación traumática del pasado, también pueden desarrollar esta condición cutánea. Es por eso que el acompañamiento psicológico puede ser un gran aliado durante el tratamiento.

Por supuesto, podemos seguir enumerando enfermedades y trastornos que dan cuenta de la relación entre la piel y las emociones. Para que estés al tanto de ellas de manera general, te las apuntamos en la siguiente lista:

  • Acné excoriée.
  • Alopecia areata.
  • Virus del herpes simple y virus del papiloma humano que se pueden reactivar por cambios emocionales.
  • Dermatitis artefacta.
  • Delirios de parasitosis.
  • Excoriaciones neuróticas.
  • Prurito psicógeno.
  • Vitiligo (existen indicios al respecto).

También existen los denominados trastornos sensoriales cutáneos. Este término incluye a una decena de condiciones de la piel que no se pueden acoplar a un diagnóstico preciso.

Aunque su naturaleza es en parte desconocida, expertos indican que la ansiedad o la depresión pueden ser la etiología de algunos casos. Ardor, picazón en el cuero cabelludo, escozor en la piel y prurito son algunos ejemplos.

 

Otros ejemplos de la relación entre la piel y las emociones

Aunque las enfermedades y los trastornos cutáneos son el mejor ejemplo de la relación entre la piel y las emociones, por supuesto que esta se manifiesta de otras formas. Con frecuencia, las reacciones se deben a un mecanismo de defensa; uno que pretende prepararte o alertarte del peligro.

Veamos algunos ejemplos de ello:

  • Miedo: cuando sientes miedo, tu piel reacciona frente a este estímulo emocional. Una de las consecuencias más conocidas es la llamada piel de gallina. Esto sucede para parecer más amenazante y para percibir mejor el entorno. También te puede dar escalofríos y sudoración.
  • Vergüenza: cuando te expones a una situación que te produce vergüenza, tu piel reacciona de diferentes maneras. Una de ellas es a través de una parálisis parcial, aunque la más común en el rubor facial. Se debe a un aumento del flujo sanguíneo debajo de la piel como consecuencia de la alteración emocional.
  • Alegría: la alegría es una de las emociones más fuertes, de manera que es natural que repercuta en tu órgano más grande. En una situación alegre, tu piel libera tensión, lo que permite que se estire de forma parcial. Su color cambia al haber mayor flujo sanguíneo y obtiene una apariencia más lozana.
Prurito por ansiedad.
La influencia de las emociones en los trastornos cutáneos es cada vez más evidente y continúa su estudio para saber más sobre el vínculo.

Estos son algunos ejemplos de cómo las emociones afectan la apariencia de tu piel. Por supuesto, las reacciones se pueden desencadenar por diferentes emociones, de manera que no existe una sola para cada tipo.

Estar al tanto de esta relación es de gran importancia para evitar que los cambios emocionales bruscos afecten de manera negativa la apariencia cutánea. A su vez, ayuda a los pacientes con patologías dermatológicas a controlar la ansiedad y la fobia social.

Fuente: mejorconsalud.as.com

Haz ejercicio en invierno

¡Plántale cara al frío! Cómo hacer ejercicio en invierno

¡Plántale cara al frío! Cómo hacer ejercicio en invierno

Corazón más fuerte, más calorías gastadas, mayor resistencia y fuerza… Hacer deporte en invierno no tiene más que ventajas, ¡deja el frío en casa y empieza a moverte con estos consejos!

Es inevitable: con el frío y la llegada del invierno a muchos nos apetece quedarnos en el sofá, tomar un café caliente e hibernar en casa. Sin embargo, si consigues levantarte del sillón, vencer a la pereza y salir al aire libre a realizar algo de ejercicio, pronto notarás un bienestar total.

¡Y es que practicar deporte en invierno tiene múltiples beneficios para el organismo! Además, los deportes de invierno son algunos de los más divertidos: esquí, patinaje, senderismo… ¿cuál prefieres?

Sea como sea, debes recordar que practicar deporte solamente cuando el clima sea suave no te permitirá avanzar en tus objetivos. ¿Necesitas un empujoncito? Sigue leyendo y descubre cómo hacer ejercicio en invierno y todos sus beneficios. ¡Querrás empezar ya!

Cómo hacer ejercicio en invierno

Como ya sabes, el deporte tiene muchísimos beneficios y los cambios estacionales no deben ser una excusa para dejar de practicarlo. Si suele darte pereza practicar ejercicio en invierno, los consejos que te vamos a dar a continuación pueden venirte muy bien. ¡Atenta!

  • Consigue la equipación adecuada: es importante que adaptes tu equipación al frío. Los tejidos técnicos son una buena opción ya que no ocupan mucho y te aportarán mayor comodidad. Lo ideal es que te vistas por capas finas para que cuando tu temperatura corporal aumente, puedas quitarte las prendas que sean necesarias. También te recomendamos que apuestes por prendas con buena transpiración.
  • Protege tu piel con protector solar: especialmente si vas a hacer ejercicio en la nieve o cerca de ella, ya que esta refleja el sol y puedes quemarte la piel.
  • Hidrata tu piel: además de la protección solar, al realizar deporte al aire libre lo mejor es hidratarse bien la cara, ya que el frío y el viento puede hacer que se seque. También debes hidratar tus labios con bálsamo (si tiene SPF, mejor).
  • Elige los horarios menos fríos: al igual que en verano se suele practicar deporte a primera o última hora del día, en invierno es mejor que elijas las horas centrales, ya que las temperaturas serán más suaves.
  • Dedica más tiempo al calentamiento: al contrario que en verano, durante los meses invernales es necesario que el calentamiento sea más largo para que el cuerpo tenga la temperatura adecuada para hacer deporte. De esta forma evitarás lesiones y la práctica será mucho más agradable.
  • Quítate la ropa húmeda lo antes posible: cuando termines de entrenar quítate las prendas que hayas utilizado para evitar que la humedad del sudor se enfríe y puedas resfriarte. La mejor opción tras quitártela es ducharte y ponerte ropa limpia y seca.

Los beneficios de entrenar en invierno

  • Más gasto de calorías: ¿sabías que practicar ejercicio al aire libre en invierno aumenta la quema de calorías hasta en un 30% más? La razón es simple: en invierno el cuerpo debe trabajar más para regular su temperatura interna frente los elementos externos, y esto lo consigue consumiendo más calorías y parte de la grasa acumulada. ¡Ya tienes una razón de peso para salir de casa!
  • Más tolerancia al frío: el ejercicio físico es una buena forma de calentar nuestro cuerpo mediante el movimiento, lo que a la larga, hará que tu tolerancia a las bajas temperaturas aumente. Que no te dé pereza salir de casa por el frío: ¡ejercitándote entrarás en calor rápidamente!
  • Corazón más fuerte: un clima frío también fortalece el corazón, ya que hace que éste tenga que esforzarse más para distribuir la sangre caliente por el cuerpo. Si practicas ejercicio con regularidad en invierno, tus probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares en un futuro se reducirán considerablemente.

 

Fuente: enfemenino.com