Trabajadores de hoteles

Confesiones de trabajadores de hoteles: todo lo que odian de ti

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En España hay, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en torno a 16.000 hoteles. En julio de 2018, en ellos trabajaban 275.000 personas. Son kellys, recepcionistas y camareros que lidian con los millones de turistas españoles y extranjeros que se ponen las botas en el bufé libre, dejan la habitación como si hubiera pasado un huracán y no encuentran la clave del wifi en ningún lado. Aunque esté en la puerta de la habitación.

Hemos creado un grupo de WhatsApp con 18 trabajadores de hoteles para que se desahoguen. Son de varias comunidades autónomas distintas. Y de diferentes edades. Además, están representados varios puestos de trabajo de un hotel. Desde el dueño al botones, pasando por kellys, recepcionistas y camareros.

Esto es lo que más les molesta que hagamos cuando visitamos sus establecimientos.

Desventuras del ‘check in’ y el ‘check out’

Me sienta faaaataaaaal cuando les pides la documentación y te dicen que ya han estado en un hotel de la cadena. En Kuala Lumpur. Que busques, que sus datos ya están. Pues no.

Que se te enfaden cuando su habitación no está lista pero han venido a hacer el ‘check in’ prontísimo.

O cuando les estás hablando y están con los móviles. Luego te dicen: “¿Me lo puedes repetir?”.

Es horrible cuando tienes 15 o 20 salidas de golpe y todos esperan hasta la hora tope de salida. ¡Luego no te da tiempo a preparar las habitaciones!

Cuando les preguntas si necesitan factura a nombre de empresa y te dicen que no. Y cuando ya la tienes emitida, te dicen «aaah cambia, cambia».

Preguntas y dudas fantásticas

¡Que si la habitación está incluida en el precio del desayuno!

Cuando bajan indignados porque no tienen luz en la habitación y no han metido la llave en el cajetín 😑

O cuando dicen que no funciona el aire acondicionado de la habitación, llegas, aprietas el botón ‘on’ y… ¡Abracadabra! Alquimia pura…

Cuando quieren la llave de su habitación, pero no te dicen en qué habitación están 😂😂😂 Como si fuera el único huésped del hotel.

Cuesta muchísimo entender que no tenemos habitaciones. ¡No nos lo inventamos! Esta conversación es de lo más normal.

Cliente: Hola, ¿te quedan habitaciones?

Yo: No, estamos completos.

Cliente: Vaya. Y ahora qué hago….

Yo: No sé, aquí no hay habitaciones.

Cliente: Pues si siempre que llamo hay sitio.

Yo: Ya, pero hoy no…

Cliente: Pero, ¿de verdad que no te queda ni una?

Frases que escuchan a todas horas

LA FRASE DE SIEMPRE: “Es la primera vez que me piden la tarjeta de crédito para reservar y viajo mucho”.

La frase “dame con vistas al mar” estando en Madrid. Después de 300.000.000.000 de veces te ríes con esta cara 😑

La frase: “Ya he pagado por internet. ¿No me cobrarás dos veces, no?”.

Artimañas para ahorrarse unos euros

Me hace mucha gracia cuando ves a la gente intentar sacar la comida del desayuno en el bolso. Se llevan para la cena y la merienda de toda la familia 😄 Y claro, envuelto en servilletas 😂😂

Cuando rellenan las botellas de agua del minibar con agua de grifo para no pagarlas.

Y cuando dicen que van con un niño y resulta que tiene 25 años.

Esto es muy habitual: dicen que son dos en la habitación y hay dos más escondidos esperando para subir.

Cuando se quejan de que no les dejas champús y geles, aunque sí hay. Lo que pasa es que quieren más para llevárselos.

Obsesionados con el wifi

Tienen dependencia total. Hay muchos que te preguntan por el wifi antes de darte el DNI.

Me acuerdo una vez que se fue la luz. La gente no se quejaba por la luz de las lámparas, sino por el wifi. ¡¡¡Alucinante!!!

Da igual que la clave esté en las habitaciones, en las llaves o incluso en los pasillos. Te preguntan por la clave igual.

Cuidado con la limpieza

Me sienta muy mal cuando vienen a recepción a quejarse de que nadie les ha limpiado la habitación pero se han dejado ellos puesto el «no molestar» en la puerta…

Y cuando salen de la habitación y quieren tenerla arreglada al momento.

Hay muchos que se quejan de que no les has dejado toallas y luego tienen un montón en el baño que no habían visto. Si es que no buscan.

Qué nos olvidamos en una habitación de hotel

Una vez me encontré una pierna ortopédica detrás de una cortina. Menudo susto me llevé.

¡Dinero de otros países en la basura!

Yo me encontré una corbata de 120€ con la etiqueta encima de la silla.

Luchando contra los comentarios de internet

Cuando te dejan un mal comentario porque el hotel está lejos del centro… ¿Acaso no miras dónde reservas?

También hay gente que te deja malos comentarios porque la ciudad no les ha gustado: «El servicio genial, el personal muy atento, pero no hay nada alrededor del hotel». (Nota: 2/5) 😒

Lo peor es cuando sabes que te van a poner un buen comentario, te mencionan personalmente y se equivocan de nombre.

La complicada relación de los hoteles con la intimidad

Me molesta que bajen a la recepción a pedirte algo en calzoncillos, como si estuvieran en su casa. A veces te llaman para que subas a la habitación y están medio en bolas.

La de cotilleos de los que se entera una cuando trabaja en un hotel grande en una ciudad pequeña… ¡La de cotilleos de infidelidades que podría contar!

Mascarillas caseras

Hay mascarillas caseras muy fáciles de hacer y de gran efectividad para el rostro. Te proponemos algunas.

 

Fuente: miarevista.es

Beneficios del ajo

De sabor fuerte y olor intenso, el ajo es uno de esos alimentos que casi podría considerarse tanto un condimento como una medicina. Y es que sus cualidades nutricionales y sus efectos positivos no se acaban. Aquí hemos recogido los más relevantes:

1 / 8 Protege tu corazón

Comer ajo con regularidad mejora la circulación sanguínea, ya que provoca vasodilatación, aumenta el diámetro de los vasos sanguíneos y por tanto, la sangre fluye con más facilidad disminuyendo la presión.

  • Puedes frotar un ajo crudo sobre las rebanadas de pan tostado. El resultado es un sabroso y nutritivo aperitivo que se puede acompañar de jamón serrano, jamón york o queso.

2 / 8 Abre el apetito

Otra de las cualidades del ajo es que estimula las mucosas gastrointestinales, provocando un aumento de las secreciones digestivas y de la bilis. Esto se traduce en una mejor preparación del tracto digestivo para la digestión de los alimentos.

  • Para acabar con el mal aliento nada mejor que la manzana, la lechuga y las hojas de yerbabuena. Así lo aseguran investigadores del departamento de Ciencias y Tecnologías de los Alimentos de la Universidad Estatal de Ohio, en EE.UU.

3 / 8 Es un eficaz antibiótico

Un estudio de la Universidad Estatal de Washington (EE.UU.) y publicado en la revista Journal of Antimicrobial Chemotherapy, concluye que el sulfuro de dialilo, un compuesto del ajo, es 100 veces más eficaz que los antibióticos populares para luchar contra la bacteria Campylobacter (una de las causas más comunes de infecciones intestinales).

  • Para evitar que repita su sabor horas después de su consumo abre el diente de ajo por la mitad y quítale el tallito verdoso que tiene en su interior.

4 / 8 Disminuye el riesgo de parto prematuro

Diversos estudios como el llevado a cabo por la División de Epidemiología del Instituto Noruego de Salud Pública han demostrado que la ingesta de frutos secos y verduras como el ajo, reducen el riesgo de parto prematuro, ya que mantienen a raya las infecciones microbianas durante el embarazo.

  • La mejor manera de conservar los ajos es en un lugar fresco, seco y con ventilación, y si es posible guarda la ristra entera para evitar que se reblandezcan.

5 / 8 Reduce el colesterol

Un estudio publicado en la revista Journal of Nutritional Biochemistry demostró tras un experimento que el ajo era capaz de bajar los niveles de colesterol, así como la presión arterial .

  • Si su sabor te resulta demasiado fuerte, puedes rebajarlo dejándolo en remojo durante una hora antes de la cocción.

6 / 8 Combate el resfriado

Un equipo de científicos del St. Joseph Family Medicine Residency en Mishawaka, Indiana (EE.UU.) llegó a la conclusión de que la ingesta de ajo puede disminuir la frecuencia de los resfriados en adultos.

  • Recuerda que al freír los ajos debemos evitar la cocción a fuego fuerte para que no se tuesten y para que no sepa a amargo el aceite donde los hemos frito.

7 / 8 Cuida tus huesos

El ajo es beneficioso para aquellas personas que sufren de artritis o cualquier dolor articular gracias a su alto contenido de selenio y sulfuro.

  • Puedes prepararte una bebida de ajo y limón para tomar al día siguiente. Para ello, solo tienes que machacar un ajo y mezclarlo con el jugo de un limón. Tómalo en ayunas.

8 / 8 Fortalece el sistema inmunológico

Añadir ajo en nuestras recetas es muy beneficioso para las defensas ya que es antiviral, antihongos y antibacteriano. A diferencia de los antibióticos sintéticos, las bacterias, virus y hongos no ofrecen resistencia al ajo.

  • Si has hecho acopio de ajos puedes congelar los dientes pelados, pero sin exceder los dos meses de almacenamiento, ya que de lo contrario pierden sabor.

Propiedades excepcionales

El ajo es una de una de esas hortalizas que no pueden faltar en la cocina. De hecho, su presencia en la gastronomía se remonta miles de años atrás. Ya sea en crudo o cocinado como ingrediente en salsas, sofritos, guarniciones o cremas, el ajo es parte del recetario universal por méritos propios.

Su sabor único transforma cualquier plato aportándole un extra de sabor, una excepcional calidad nutricional e importantes beneficios para el organismo.

  • En la galería que acabas de ver hemos recopilado algunos de sus efectos más destacados que tiene para la salud. Y es que el ajo tiene infinidad de virtudes que sin duda, te convencerán para introducirlos en tu dieta diaria, si no lo has hecho ya.

Los inconvenientes del ajo

Aunque sus beneficios son muchos, el ajo también tiene algunas contraindicaciones que pueden afectar nuestra salud y que por ello, se han de tener en cuenta:

  • Se desaconseja cuando haya una tendencia a sufrir hemorragias porque debido a su efecto vasodilatador hace que la sangre fluya con mayor rapidez.
  • En casos en los que haya deficiencia de ácidos gástricos puede que no se digiera bien y provoque flatulencia.
  • Puede provocar ardores de boca, esófago y estómago.
  • En cuanto a las posibles interacciones con fármacos, puede elevar el riesgo de sangrado si se administra junto a anticoagulantes como el ácido acetilsalicílico u otros.
  • Tampoco es recomendable si se sigue un tratamiento con hipoglucemiantes, dado que el ajo acentuaría la hipoglucemia.
  • Durante el embarazo y la lactancia se aconseja evitar el consumo de grandes cantidades de ajo, ya que puede estimular el útero o provocar incluso un aborto.

 

Fuente: sabervivirtv.com